Por El Tío del Mazo – Una de las cosas que más me gusta de escribir este blog es que ahora veo bicicletas por todos los sitios. Pero no como cuando escuchas una palabra que nunca habías oído y de repente la oyes un montón veces.
Afortunadamente veo muchas bicicletas porque cada día hay más y más por todos los sitios. No es sólo que el ciclismo deportivo se haya multiplicado, sino que cada día más las bicis están tomando las ciudades. Sin tener todavía los datos de 2014, sí sabemos que en 2012 y 2013 en España se han vendido más de un millón cada año (según AMBE)
Y con las bicicletas, los ciclistas también han llegado a la city. Personas que usan la bici para moverse entre el asfalto. Para ir a trabajar, salir a dar una vuelta o simplemente para moverse de una manera distinta a como lo venían haciendo hasta ahora. Cada uno con su historia, con su manera de ver la vida. En los últimos años he tenido la ocasión de conocer a muchas personas que han introducido la bicicleta en su forma de vida, y todas tienen algo en común, y es que les ha gustado tanto la experiencia que se han convertido en defensores y han acabado convenciendo a otros para que también se animen a probar la experiencia. Tengo la teoría de que cada ciclista urbano acaba convenciendo al menos a otra persona para empezar a moverse sobre ruedas en la ciudad. Esta es, por ejemplo, la historia de Iván y Javier que cuenta el nuevo capítulo de la webserie del blog Ciudadano 0,0 de San Miguel. Dos compañeros de trabajo en el que uno acaba metiendo a otro en el ritmo que supone moverse en bici por Madrid.
Los beneficios de ser un urbanita ciclista, muchos. Para empezar, su vertiente saludable, y es que ir en bicicleta es considerablemente más sano que estar sentado para ir de un sitio a otro. Además, como una cosa lleva a la otra, cuando la bici entra tu vida normalmente otros hábitos saludables le acompañan: más facilidad para hacer ejercicio, una mejor alimentación ya que empiezas a cuidarte, e incluso una vida social más activa.
Así que un consejo: Si tienes la bicicleta por ahí perdida, búscala. Después ponla a punto (he aquí unos consejos de un par de chicos muy simpáticos) y empieza a pedalear. Si estás pensando en ir a trabajar, te aconsejamos que ensayes el recorrido un fin de semana que habrá menos tráfico y que busques el camino que más te convenga. Seguro que puedes encontrar vías con menos tráfico, tramos de carriles bicicleta que puedes utilizar o calles con menos cuestas que las que
Y después, a disfrutar.
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