Por un Señor de Toledo.- Las opciones a las que podemos acceder a la hora de adquirir una nueva bicicleta de montaña, las comúnmente llamadas MTB, son cada vez mayores y con enfoques muy distintos, dependiendo del tipo de disciplina que más practiquemos, el nivel que tengamos o el precio que podamos pagar. Una vez elegido el tamaño de la rueda que queremos llevar (26, 27.5 o 29 pulgadas) que ya te contamos las características más significativas de cada una de ellas; y si ya sabemos también si será rígida o doble suspensión; ahora toca elegir el tipo de desarrollos de cambio que vamos a llevar.

No hablo tanto de número de dientes en la piña trasera, sino de otra elección importante como es con cuántos platos queremos contar en nuestra nueva bicicleta. Aquí se abre otro debate importante, ya que las opciones disponibles nos hacen elegir entre uno, dos o tres platos. Vamos a tratar de explicar en qué disciplinas o dependiendo del uso que queráis dar a vuestra bici, qué tipo de transmisión poner y con cuántos platos.

Ejemplo de uno, dos o tres platos en el mismo segmento de una marca
Ejemplo de uno, dos o tres platos en el mismo segmento de una marca

Un plato para nuestra MTB. La opción de un plato en nuestra bicicleta, recomendamos que se complemente con una piña de 11 coronas; no es conveniente quedarnos con un plato y 10 coronas, porque en este caso, nos podemos quedar cortos de desarrollos. Un plato es muy buena opción para disciplinas como puede ser el descenso, en la que no vamos a necesitar muchos desarrollos con los que jugar y sí que el plato no sobresalga mucho por la parte inferior del cuadro de la bici, para así librar los obstáculos por los que vamos a pasar.

Igualmente, un plato es una buena opción para los que busquéis entrar en competición en el XC. Ahorramos peso, eliminamos las manetas de cambio de platos y además permite mucha más agilidad y rapidez a la hora de realizar el cambio. Con un plato, evidentemente también eliminamos el problema llamado comúnmente chupado de cadena, ya que al no tener que cambiar de plato, eliminamos directamente este problema.

Ejemplo de bielas con un sólo plato
Ejemplo de bielas con un sólo plato

Por resumir lo más brevemente posible, la opción de un plato está especialmente pensada para la competición. No tendremos tantas opciones de cambio, pero sí que ahorraremos peso, ganaremos en comodidad y rapidez a la hora de cambiar. Aquí hay que apuntar que para llevar un solo plato suele ser recomendable contar con ‘piernas’, quiero decir, que vuestro nivel sea medio o alto y podáis desenvolveros con soltura y potencia.

En cuanto a los dientes con los que tiene que contar éste, aquí ya es una decisión muy personal y hay que tener en cuenta que cuanto más grande sea, vamos a estar mucho más penalizados en las subidas con alta pendiente. Aquí, el estándar suele ser 32 dientes, como una medida estándar. También tenemos la opción de cambiar el plato dependiendo de la ruta que vayamos a hacer (28, 30, 32, 34, 36 y 38). En cuanto a la piña, aquí es recomendable contar con un piñón muy pequeño (10 dientes) para adquirir mucha velocidad y uno muy grande (42 dientes) para las subidas de pendiente extrema.

También, hay que apuntar que esta opción suele ser más elevada de precio, ya que los cambios de un solo plato están pensados para bicicletas enfocadas en la competición.

Dos platos en nuestra bicicleta. Es una opción intermedia y casi nos atrevemos a decir que poco a poco va a ir comiendo terreno a la opción de tres platos. Con dos platos, básicamente, tenemos casi las mismas opciones de cambio que con tres; porque hay que tener en cuenta que la corona más pequeña sólo es recomendable meterla con los piñones más grandes y viceversa. Los dos platos nos dan prácticamente las mismas opciones de cambio que tres, con la salvedad de que los desarrollos más extremos, tanto para ascender, como para conseguir la mayor velocidad en pistas o en alguna bajada en carretera; aquí tienen ventaja los tres platos.

Ejemplo de bielas con dos platos
Ejemplo de bielas con dos platos

Igualmente, con dos platos tenemos un pequeño ahorro de peso y también se reduce el temido y desagradable chupado de cadena. Para los que busquéis rodar por cualquier tipo de terreno e incluso hacer vuestros pinitos en competición, es una buena opción. El tamaño de los platos también es una decisión muy personal, aunque un estándar recomendable es el que monta 24-36 dientes en cada uno de ellos. En cuanto a la piña a montar, es recomendable contar con 10 coronas, una pequeña de 11 dientes y una grande con 36 dientes, al menos. También tenemos disponible el cambio de 2×11 –dos platos y 11 coronas- que ofrecen más posibilidades de cambio.

Tres platos para nuestra bicicleta. Es la opción estándar de muchas de las bicicletas, sobre todo las de menor precio o calidad. Con esto no queremos decir que llevar tres platos sea signo de que es peor bicicleta, pero sí que la mayoría de las bicis de gama baja se decantan por esta opción, lógicamente con la vista puesta en que el usuario tenga las mayores opciones de cambio posibles, ya que se supone que el nivel del usuario también es más bajo y que la piña que montan no llega a las 10, 11 coronas que sí que llevan los cambios de más alta gama.

Ejemplo de bielas con tres platos
Ejemplo de bielas con tres platos

Para la práctica del ciclo turismo o para lo que gustan de hacer maratones de larga distancia y con mucha pista o incluso carretera, en algunos de los tramos, los tres platos son buena opción, sobre todo pensando en los 40 dientes, o alguno más, que suelen montar en la corona del plato más grande. Indudablemente, las opciones de cambio son mayores que con 1 plato o dos; pero perdemos en rapidez, también pesará más y tendremos más riesgo de chupado de cadena.

Si no piensas en la competición y buscas una mayor comodidad en un rodaje tranquilo, así como muchas opciones de cambio para largas rutas con los compañeros; los tres platos no es mala opción, aunque hay que tener en cuenta, que la de dos platos presenta relaciones muy parecidas de desarrollo, ya que no olvidemos que sólo con el plato mediano es viable conjugar todos los piñones; con el plato grande sólo los de mitad para abajo y con el pequeño a la inversa.

Estas son a grandes rasgos las diferencias entre las tres opciones que hemos expuesto. Como siempre, si podéis probar antes o alguno de los compañeros de ruta tiene la experiencia con varias opciones, os podrá guiar también, conociendo las necesidades y el uso que le da cada cual a su bicicleta.

 

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