Por Aguador y Techo Díaz.- Comienza en unos días el Tour de Francia 2015, con una novedad que llama bastante la atención, y es que es el Tour con menos kilómetros contrarreloj individual de la historia de esta carrera. Tan solo 14 kilómetros en la primera etapa de la carrera que se celebra el 4 de julio y con salida y llegada en Utrecht. Unos kilómetros que a priori serán irrelevantes pese a lo que diga el director de la carrera en la página web de la prueba francesa.
La contrarreloj es una disciplina antigua. Hace poco os contábamos que en los años 30 los campeonatos de España se disputaban al mejor de 150 kilómetros contra el crono, en larguísimas e infernales carreras en las que el tiempo de los ganadores nunca bajaba de las cuatro horas de sufrimiento. Pues bien, en el Tour de Francia no aparecieron hasta 1934, pero al año siguiente, en 1935, se disputaron más de 300 kilómetros de contrarreloj, divididos, eso sí, en 6 etapas contra el crono. También en el 36 y en el 39 se llegó a cifras similares, lo que supone casi 20 veces más que la edición actual
¿Por qué tan pocos kilómetros contra el crono? Está claro, para conseguir un objetivo. Ya sea favorecer a los escaladores que se defienden mal en la crono individual, o perjudicar a los que se defienden bien contra el reloj. No hace tanto, en el año 2012, hubo más de 100 kilómetros de lucha individual contra el reloj y claro, el vencedor absoluto fue el campeón del mundo de la especialidad y recordman de la hora, el quasirretirado Bradley Wiggins.
Podríamos tirar de tópico y decir que es una treta para favorecer a los corredores franceses, que no son especialmente diestros contra el crono. Y podría ser, desde luego, puesto que los Pinot, Bardet, Rolland (y quien sabe qué hará Peraud), poco tendrían que hacer con Froome o Contador si el kilometraje contra el crono fueran como históricamente ha sido en el Tour.
En todo caso, creo que en este caso le da alguna posibilidad a los corredores galos porque difícil será que la victoria final no esté entre los grandes favoritos, Alberto Contador, Chris Froome, Nairo Quintana y Vincenzo Nibali. Analicemos cómo le va a cada uno de ellos semejante falta de cronos:
– Alberto Contador: Es el gran perjudicado de la ausencia de cronos largas. Aunque muchos analistas han señalado a Froome como el más fuerte en la especialidad lo cierto es que las últimas veces que se han enfrentado siempre ha ganado el pinteño, como en la reciente Vuelta a España. Y en el Giro 2015, en una crono de casi 60 kilómetros, el de Tinkoff Saxo se marcó un tiempazo que destrozó a sus rivales azules y a lo que quedaba de Richie Porte.
– Chris Froome: Pese a estar un pelín por debajo de Contador, el inglés se pone a tirar con la maquinita y no hay quien le pare. Una auténtica máquina de pedalear y de devorar distancias que, aunque va bien en todas las especialidades, hubiese podido distanciar a muchos de sus rivales en una crono larga. De hecho, ya hizo público su desacuerdo con el recorrido del Tour y más de uno sospechamos que el Sky le ha obligado a correr la prueba francesa, como corresponde a su estatus de estrella.
– Vincenzo Nibali: el italiano va bien en todos los terrenos, pero tampoco es especialmente una estrella contra el crono. Teniendo en cuenta que cimentará su asalto al amarillo en la fortaleza de su equipo, que no haya una contrarreloj larga probablemente le beneficia, aunque también es cierto que hubiera sacado tiempo a los correosos escaladores franceses, colombianos y de Parets de Vallés.
– Nairo Quintana: al colombiano le ha tocado la lotería. Es su ocasión de oro para ganar el Tour al mismo tiempo que lucha por la maglia blanca, algo que les ha pasado a muy pocos ciclistas a lo largo de la historia, y menos en los tiempos que corren. El de Movistar es un crack que ganará muchas vueltas, pero tiene mucho que mejorar contra el crono. Si se la quitan, le están poniendo una alfombra roja a los Elíseos. En sus piernas está el aprovecharla.
