Por Techo Díaz.- Era un secreto a voces que el inglés quería por lo menos intentarlo. Hoy ya se ha confirmado y el ciclista de Sky será de los que tomen la salida en una de las ediciones con mejor participación de la historia de la Vuelta Ciclista a España. Allí se enfrentará a Vincenzo Nibali, a Nairo Quintana, a Fabio Aru, a Purito Rodríguez, a Mikel Landa y a Alejandro Valverde y sobre todo a sí mismo con un objetivo que debe estar reconcomiendo por dentro al magnate ruso Oleg Tinkov: lograr el doblete que no ha podido conseguir Alberto Contador.
No lo tiene fácil el africano. Ganar el Tour ha sido una tarea ardua, y el recorrido de la ronda española, con nueve finales inéditos en alto, no es un camino de rosas. Hay incluso una etapa, con principio y final en Andorra, diseñada para pasar a la historia de este deporte, sobre el papel mucho más dura que cualquiera de las que jalonaron su segundo triunfo en la vuelta gala.
Pero sobre todo el cansancio. A pesar de contar con el mejor equipo del Tour, de ser el justo ganador y de administrar con inteligencia una renta ganada en la primera etapa de montaña, el doble ganador de la Grande Boucle lo ha dado absolutamente todo en la carrera francesa. Y los dobletes, a estas alturas del partido, parecen hazañas del siglo pasado.
En 2012, en aquella carrera que quizás injustamente ganó un compañero suyo hoy armado caballero, Christopher Froome ya intentó brillar en la carrera española. Y lo consiguió durante la primera semana, pero después se desfondó. Cuando si brilló, en 2011 y 2014, no había corrido el Tour al máximo de prestaciones.
Por eso, lo normal sería que no lograse el doblete. Pero ojo, si lo hace habrá que quitarse el sombrero. Los imbéciles que le arrojan pis en la carreteras francesas harían bien en aplicarse una ducha de orina fría ante la genialidad del africano, un luchador fuera de serie, un genio del ciclismo que no necesitaba en absoluto venir a España para refrendar su brillante temporada.
Nos podrá gustar más o menos su forma de correr, pero a mí, personalmente, me encanta su forma de luchar. Conociéndole, recordando incluso que este año ya ganó en febrero un pique sin precedentes en la Vuelta al Andalucía, sabemos que el de Sky vendrá a ganar. Hasta que sus delgadas piernas le sostengan.
Y hace mucho más grande una Vuelta Ciclista a España que cada año gana en protagonismo internacional. Viendo el control absoluto que el equipo Sky realizó en las jornadas de los Pirineos seguro que a más de uno se le ha recordado el aburrido estilo con el que Lance Armstrong dominó durante 7 años el ciclismo internacional. Y sin embargo, no tiene nada que ver. Para el texano sólo existía el Tour, para el angloafricano –como para Nibali o Contador- hay muchas más carreras. Y eso les hace grandes.
Consiga o no el doblete, es una gran noticia tener en nuestras carreteras al reciente ganador del Tour. Un tío que, empezando por su país, debería ser mucho más admirado. Debería ser, por lo menos, nombrado caballero.
