Por Techo Díaz.- Los directores italianos Gianni Savio y Angelo Citracca, managers de Androni Giocattoli y de Wilier Triestina, han sido sancionados con tres meses de inhabilitación por la Federación Italiana de Ciclismo por obligar a los corredores a pagar por participar en las carreras. Wilier Trestina, que había conseguido una de las cuatro invitaciones a disputar el Giro de Italia, no se perderá la carrera transalpina ya que la sanción solo afecta a su director, que deberá verlo desde su casa.
Hasta aquí la noticia, publicada por la prensa internacional y que apenas ha tenido eco en la actualidad de este deporte. Tres meses de sanción y a seguir. También ha recaído una sanción de 15 días en el ciclista Marco Coledan, ahora compañero de Contador en el Trek Segafredo, por negarse a declarar sobre el asunto.
Y sin embargo, el tema, el de obligar a ciclistas a pagar por competir, parece bastante grave. El ex ciclista Giorgio Brambilla, que llegó a militar en el Leopard Trek de los hermanos Schleck, ha acusado ante los tribunales a Angelo Citracca de exigirle la paga de una suma de dinero para poder competir en su escuadra.
Sobre el otro acusado, Gianni Savio, pesa una acusación formulada por el ex ciclista Patrick Faccini por las mismas prácticas. Desde luego, algo pinta mal en el ciclismo italiano, una de las países con más tradición en el deporte de Coppi, Bartali y Pantani.
El hecho de que, por primera vez en muchísimo tiempo, no exista ni un solo equipo ciclista en la máxima categoría, hace que las jóvenes promesas de ese país lleguen a niveles de desesperación por competir que empresarios sin escrúpulos aprovechan sin asomo de rubor. Pagar poco está mal, cobrar a los ciclistas por competir es absolutamente deleznable.
Lo peor es que no debe ser un hecho que se circunscribe a Italia, sino que a buen seguro se da en muchos otros países y, desde luego, en otras profesiones. En comunicación sin ir más lejos. Algunos medios de este país, grandes y pequeños, ofrecen a jóvenes y no tan jóvenes periodistas la posibilidad de escribir gratis “para ir haciendo currículum”. Y pasa también en agencias de publicidad, en el mundo de la moda, en la gastronomía… en todos los lugares –y son muchos- donde hay más oferta que demanda.
Allá cada cual con su tiempo y su dinero. A fin de cuentas pagar por correr el Giro no es muy distinto a pagar el dorsal de una Cicloturista. Pero si debería dejarles un cargo de conciencia. No es solo el dinero, el trabajo se dignifica poniéndolo en valor, cobrando por él lo que realmente cuesta. Y eso ayuda a que tus compañeros de profesión puedan cobrar sueldos dignos y vivir de su trabajo. Si, por ansia o ambición, aceptamos trabajar gratis estamos obligando también a otros que quizás no puedan permitírselo a hacerlo.
Esto respecto a los ciclistas que hayan aceptado alguna vez pagar por correr en un equipo. Respecto a los empresarios que lo promueven… para ésos no hay palabras. Deleznables me gusta, pero se queda muy corto. Tal vez directamente basura.
