Por Techo Díaz.- Spinning por las carreteras de Suiza. Hasta la más rápida de las lecturas revela una clara incongruencia. Si las bicicletas de spinning no se mueven, ¿cómo se va poder hacer este deporte por las carreteras de Suiza? ¿Se han vuelto locos los del Tío del Mazo? ¿Se han tomado algo que haya afectado a su sistema nervioso central?
Nada más lejos de la realidad. El Swiss Spin, que probamos hace unos días por cortesía de Suiza Turismo y los gimnasios Holmes Place, consiste exactamente en eso, en practicar el spinning -o ciclo indoor, su verdadero nombre- en un gimnasio, pero con la sensación de estar recorriendo las carreteras de Suiza. Para ello, se han grabado una serie de videos que se proyectan en grandes pantallas a la par que se pedalea, y el monitor de spinning va adaptando la clase a las imágenes que se ven en la tele. Cuesta arriba, más resistencia. Cuesta abajo, quitamos resistencia y metemos velocidad.
Requiere concentración y un poquito de fe, pero no demasiada. Las imágenes son tan hipnóticas que es fácil creer por un momento que estás disfrutando de los Alpes, o al menos soñar con ello, y poner un poco más de empeño en tu clase diaria. Los videos simulan la vista que tendrías desde una bicicleta y son bastante creíbles. Es mérito del monitor y del propio alumno el dotar a la clase de un mayor realismo, pero es algo factible. Y desde luego te aseguras que las vistas son espectaculares.
De momento, el Swiss Spin se puede realizar en los 8 gimnasios que la cadena Holmes Place tiene repartidos entre Madrid y Barcelona, cuatro en cada ciudad. Es probable además que en el futuro esta modalidad se pueda practicar también en otros centros deportivos. No cabe duda de que es una bonita forma de promocionar Suiza, pero también de que aporta un plus a las habituales clases de spinning, en especial para los enamorados de la montaña y de la bicicleta.
A nosotros desde luego nos cautivó, pero no descubrimos nada al lector habitual si confesamos que estamos chiflados por los Alpes y que Suiza es uno de nuestros países favoritos, amén de un paraíso natural para El Tío del Mazo, que, recordemos, también ataca en spinning.
Suiza, con lo pequeñín que es, cuenta con 17 puertos alpinos (asfaltados) que superan los 2.000 metros; 9.000 kilómetros para rodar bici de carretera; 4.500 kms de senderos para Mountain Bike; y 12.000 kms de carriles bici. 200 estaciones de alquiler de bicis y una herramienta de planificación de rutas, todo ello conectado con una red de trenes y transporte público con 25.000 paradas que permiten el transporte de bicis y todas las conexiones que se te ocurran.
Pedalear por allí es un auténtico lujazo. Para los que no podamos hacerlo todos los días, siempre nos quedará el gimnasio.
Terminamos, más por maldad que por información, compartiendo unos videos que a buen seguro os pondrán los dientes largos como a nosotros…
