Más sabe el diablo por Chiapucci que por diablo
No fue el mejor ciclista de todos los tiempos, ni siquiera de su generación, porque le pasó por encima un huracán de Villava que respondía al nombre de Miguel y al apellido de Indurain. Y eso no debe ser fácil de digerir.
Cuando uno piensa en Bugno, y en Chiapucci, pero sobre todo en Chiapucci y la cantidad de tours que pudo ganar si no llega a existir Indurain, no le sorprende que el italiano se arranque con bravatas como a las que tan acostumbrado nos tenía en carrera.
Hace poco pude leer en un blog que el diablo aseguraba que Indurain no aguantaría ni un kilómetro a su ritmo si los dos se volviesen a subir sobre la bicicleta.
Chiapucci hacía estas declaraciones tras recorrer 185 kilómetros en 4 horas y 50 minutos, a 37 kms/hora de media, recién cumplidos los 47 años. La verdad es que no está nada mal. Los había recorrido junto al ultraman Josef Ajram, un especialista en triatlón, que completaba con esta etapa una bonita iniciativa de la compañía Everis para unir todas sus oficinas en España, Portugal e Italia mediante etapas ciclistas.
Al bajarse de la bici, a los halagos del fondista por mantener su ritmo, Chiapucci dijo textualmente: “El Diablo siempre es el diablo. Indurain no te aguantaría 1 km ahora y el diablo te ha aguantado 185km a 37 km/h de media”. Y es que más sabe el diablo por Chiapucci que por diablo.
Estaría por ver si realmente Indurain sería capaz ahora de aguantar este ritmo. Si le preguntásemos, seguramente diría que no. Pero es que de todos es sabido que el navarro era un hombre poco dado a presumir, que hasta parecía querer pedir perdón cuando ganaba los tours uno tras otro.
El ciclismo es un deporte difícil, qué duda cabe, y la edad hace mella hasta en los texanos, pero algunos como Chiapucci parecen mantenerse en buena forma. Claro que lo de hacer un pacto con el diablo en su caso parece sencillo, pero ¿no sería precioso poder reeditar alguna vez una carrera de veteranos? Aunque la media fuese más baja, aunque la distancia fuese más corta. Todo por poder ver otra vez sobre la bici a Chiapucci, a Indurain, a Bugno, a Rominger, a Virenque, a Escartín…
Todo por volver a ver imágenes mágicas, como aquel pacto con el diablo que le permitió a Indurain hacerse con el Tour del 91 en Val Louron. Etapa para el diablo, tour para el navarro.
Disfruten de las imágenes.
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=9ZUbgPW_yrc]Por Techo Díaz
