Durante los últimos días he respondido al menos una docena de veces que el jueves empieza la montaña en el Tour de Francia. Y llega a lo grande en la etapa pirenaica que une Cugnaux con Luz Ardiden y en la que se suben La Hourquette d´Ancizan (de primera categoría y debutante en el Tour) y el mítico Tourmalet antes de emprender la subida a Luz Ardiden donde está situada la meta. Los amantes de estudiar los perfiles y las altimetrías de las etapas están de enhorabuena.
En el kilómetro 141,5 de la etapa (de los 211 que la conforman) está situada la cima del La Hourquette d´Ancizan, puerto de primera categoría que se sube por primera vez en el Tour y que alcanza los 1.538 metros de altura. En sus 9,9 kilómetros de subida la pendiente media es del 7,5 por ciento.
Después de una pronunciada bajada llega la subida al mítico Tourmalet, puerto considerado de categoría especial desde 1980 y que, a buen seguro, ha hecho que más de uno se enamore del ciclismo. Se trata de 17,1 kilómetros con una pendiente media del 7,3 por ciento que llevarán a los ciclistas hasta los 2.115 metros de altura. El Tourmalet se subió por primera vez en el Tour en 1910 (y también se ha subido en la Vuelta a España) y el primero que lo coronó fue Octave Lapize. Entre los españoles que lo han pasado primeros están David de la Fuente (2006), Javier
Pascual (1997), Miguel Martínez Torres (1990) o Lale Cubino (1988).
Para acabar el espectáculo, final en Luz Ardiden, otro Hors Categorie de aúpa con una altimetría de las que hacen afición: 13,3 kilómetros de subida con una pendiente media del 7,4 por ciento con kilómetros al 10 por ciento (el quinto) y al 9 por ciento (el noveno). Forma parte del Tour desde 1985 y siete veces ha finalizado allí una etapa de Tour, con varias victorias españolas: Roberto Laiseka (2001), Miguel Indurain (1990), Lale Cubino (1988) y Perico Delgado en el primer año que Luz Ardiden vio un final de etapa (1985).
Por El Aguador
