Las etapas decisivas de esta edición de la Vuelta Ciclista a España ya están aquí. Los próximos tres días se antojan como los que marcarán sobremanera el resultado final de la ronda española. Hoy, viernes 2 de septiembre, en una de las etapas más complicadas de toda la edición, la serpiente multicolor se adentra en una zona inédita y complicada, los Ancares.
La salida, también inédita, será desde la localidad lucense de Sarria y final en Ponferrada, la sexta vez que la capital de El Bierzo reciba la carrera. La etapa cuenta con 158 kilómetros, y en su perfil, tres puertos de tercera categoría, dos de ellos en los treinta primeros kilómetros, servirán de aperitivo a los corredores para afrontar los dos colosos del día. El Alto de Folgueiras de Aigas y el que, según muchos, puede ser otro de los grandes mitos en la historia de la Vuelta: el Puerto de Ancares, o lo que es lo mismo, el Mortirolo Español.
El problema principal que plantea la etapa de cara a desatar la gran batalla entre los gallos de la carrera es que, una vez coronado Ancares y hasta la línea de meta, hay 60 kilómetros, en los que se intercala el descenso, terreno llano y un último puerto de tercera categoría, el de Ocero, a veinte kilómetros del final.
Habrá batalla y de la buena, si algún valiente decide reventar la carrera en Folgueiras o en el Puerto de Ancares, sobre todo en este último, que se trata de un coloso de los que hacen daño de verdad; una subida que para muchos es junto al Angliru, la subida más dura que se afrontará en esta edición de la vuelta y una de los grandes puertos que pueden llegar a mitificarse en la ronda española.
Ancares cuenta con casi 12 kilómetros de ascensión continua, dura y prácticamente sin descansos; con una pendiente media de más de 9,2% y una máxima cercana al 20%; una pasada, desde luego. Entre el kilómetro 2 y el 4 de la ascensión hay rampas durísimas y en este punto la pendiente media de la subida es del 14%. Sin duda estamos ante un superpuerto, de los que marcan cualquier carrera, de los que hacen diferencias entre los corredores y en los que más disfruta y atiza nuestro amigo, el Tío del Mazo.
Antes de Ancares, los corredores habrán tenido que superar dos cotas de tercera categoría y otro puerto de primera, el Alto de Folgueiras de Aigas, que se trata de una subida también seria, de mucha menor entidad que el Mortirolo Español (Ancares), pero que dejará maduros a muchos corredores con sus casi 10 kilómetros de ascensión con una pendiente media entorno al 6%.
Hoy puede ser un gran día; sí señor, si algún valiente decide jugar muy fuerte y apostar al todo o nada, esta puede ser su mejor mano en la Vuelta. Si por el contrario todos se reservan para Farrapona y Angliru, este gran día de ciclismo se diluirá, y hablaremos de lo que pudo haber sido, pero al final no fue. El Tío del Mazo apuesta y desea que se le acumule el trabajo y pueda atizar y disfrutar.
Por un señor de Toledo
