Por El Aguador – Desde hace cientos de años, los jóvenes de la ciudad de Aquisgrán en Alemania (Aachen) demostraban el amor que sentían por sus parejas situando en la puerta de su casa un árbol decorado con cintas de colores.
Hoy en día, además de los árboles que los jóvenes cortan en los bosques cercanos (o que consiguen de cualquier otra manera), también se decoran los árboles plantados en las calles y en cuyas protecciones se aprovecha también para aparcar y candar la bicicleta.
Aunque realmente la decoración del árbol de esta fotografía estará dedicada a alguna bella dama que viva en el portal cercano, también simboliza el amor que la ciudad siente por la bicicleta y es que, como en la mayoría de países del centro y el norte de Europa, Aquisgrán es una ciudad donde la bicicleta comparte el protagonismo con el resto de medios de transporte. Sus calles están acondicionadas, los conductores y peatones concienciados y donde puedes dejar tu bici en la calle sin temor a que a la mañana siguiente sólo quede un candado que no amarre nada.