Por Techo Díaz.- Hay cosas que no basta con contarlas. Hay que verlas, porque son difíciles de creer. Como por ejemplo, una bici hecha de cartón reciclado que funcione perfectamente y cuyo coste no exceda de siete euros. Cosas así existen, porque el ser humano es extraordinario, imprevisible como dice una compañía de refrescos, o simplemente muy cabezota.
La noticia nos la envió ayer nuestro amigo Juli, que diseña camisetas que molan mazo y lee con frecuencia el Tío del Ídem. Se trata de una bici de cartón reciclado que soporta hasta 140 kilos de peso, soporta bien el agua y la humedad y que no necesita antirrobo, pues cuesta más casi el candado que una bicicleta nueva.
El ingenio es obra del diseñador israelí Izhar Gafni, quien no lo ha tenido nada fácil para defender su idea. Rechazada en primera instancia, la inspiración le vino viendo un documental sobre la fabricación del avión 747, cuando escuchó las declaraciones de un ingeniero encargado del diseño que afirmaba que cuando todo el mundo dice que algo es imposible es una buena señal, y que se va en la dirección correcta. En ese momento retomó su proyecto y empezó a experimentar con diferentes tipos de cartón para encontrar el idóneo para su bicicleta.
Después empezó a probar las diferentes formas de plegado del cartón para descubrir cual era la que ofrecía mayor resistencia y desarrolló los primeros prototipos que según sus palabras parecían más contenedores marítimos sobre ruedas que bicicletas.
El resultado final es lo que vemos en la fotos, una bici low cost que además permite instalar un motor eléctrico para los más reticentes al esfuerzo. Los materiales tienen un precio de unos 7 euros y se calcula que podrían llegar a los compradores por menos de 50 euros, con los elementos añadidos de una bicicleta tradicional.
Habrá que ver en que se queda todo esto pero desde luego si el precio no se aleja mucho de los siete euros tendrá un éxito fulminante. Aunque sólo sea por probarla, casi por menos de lo que cuesta alquilarla una horas podríamos tener una bici, y con un diseño ciertamente llamativo. Quien sabe, quizás estemos asistiendo al nacimiento de las “bicis de usar y tirar”…
