Las bicicletas ganan terreno día a día en la ciudad, los carriles bici y las aceras bici se multiplican y cada vez son más los que con el buen tiempo, la subida de precios del transporte público, y las ganas de llevar una vida un poco más saludable, se animan a ir a trabajar en bicicleta. Es el caso de Miguel, un ciclista urbano que vive en Madrid y que aprovechó la subida del metro hace unos meses para hacer un hueco en su trastero a una bicicleta en la que ir a trabajar y recorrer con ella el trayecto entre la Latina y la calle Luchana. Al contrario de lo que cualquier podía esperar, Miguel encuentra respeto por parte de los coches, y a veces los peatones son más conflictivos.
Y ya no sólo se trata de algunos euros, sino que también supone un pequeño ahorro en tiempo, ya que donde antes tardaba 20 minutos en metro ahora tarda exactamente 15 minutos, que en la vuelta a veces son algunos más porque si las obligaciones se lo permiten alarga el paseo por el centro de Madrid.
Hemos preguntado a Miguel por alguna de las cosas que frenan a muchas personas a dejar el metro y sustituirlo por la bicicleta
¿Es seguro dejar la bici en la calle?
Por lo que he oído hay que andarse con ojo, yo tengo la suerte que la puedo dejar en una calle con mucho transito a la vista de todos, eso sí, bien atada con dos cadenas incluido el sillín y las dos ruedas.
¿Es un problema llegar cansado o sudado a la oficina?
Esa era una de las cosas que siempre me habían hecho dudar, pero la realidad es que estando medianamente en forma y habituado a hacer algo de ejercicio, ni llegas cansado ni siquiera sudado. A mí se me hace corto y es una gozada ir circulando por Madrid por las mañanas, y obviamente te lo tienes que tomar con calma porque todos conocemos las subidas y bajadas que tiene la ciudad. A ver qué tal en invierno con las lluvias y el frío.
¿Es rentable?
Claramente es súper rentable, una bici normalita te cuesta 130 euros y todos sabemos cuánto vale el abono transporte, de todos modos es más rentable el bienestar que te proporciona el poder hacer algo de ejercicio en ese tiempo de desplazamiento a trabajar que, salvo que lo dediques a leer, es perdido. Quiero insistir en el placer que por lo menos a mi me proporciona el desplazarme en bici a trabajar. Es una motivación extra, y eso que es un trayecto corto. Además desde que he empezado, la cojo para todos los desplazamientos que tengo que hacer por la ciudad, no he vuelto a coger el transporte público.
¿Vas por carril bici o por carretera?
Voy por carretera, el trayecto que yo hago es desde La Latina a la Glorieta de Bilbao y no hay carril bici ni similar .
¿Te respetan los automóviles?
Esa es otra de las cosas que me ha sorprendido gratamente. No utilizo grandes carreteras, pero no tienes sensación de peligro en ningún momento, los coches te respetan, van detrás de ti si no pueden adelantar e incluso cuando lo hacen utilizan el carril de la izquierda como marca la ley. Tengo más problemas con los peatones, si, parece paradójico pero es verdad, es increíble la gente como cruza sin mirar por el medio de la pequeñas carreteras y como van andando tranquilamente por el medio sin inmutarse. Debe ser que solo reaccionan ante el ruido de los coches y motos y como la bici no suena, tengo que ir con el timbre y los frenos preparados por los peatones, y encima si te ven ni se mueven, deben pensar que la bici les puede esquivar fácilmente o que no tiene derecho a circular por la carretera, curioso, espero no ser yo igual cuando camino.
Y para acabar, una recomendación de Miguel: Una última cosa, se lo recomiendo a todo el mundo que lo esté dudando como yo, ojala hubiera empezado antes, son todo ventajas, ahora que me fijo más veo cada vez más gente desplazándose en bici por las mañanas, te quita el estrés del coche y el aglutinamiento del transporte público, por no hablar del ahorro económico. ¡Todos a las bicis!
