Por Un Señor de Toledo – Una sencilla operación matemática ha causado mi sorpresa. En el primer instante la notica me pasó desapercibida, pero inmediatamente después de ‘echar los números’, este suceso despertó mi atención.
Os cuento. Ojeando algunas noticias y páginas digitales, me encontré con este curioso titular publicado en el farodigital.es –una publicación digital de noticias de Melilla- que, como ya os he contado, al principio me pasó desapercibido, pero que la tan recurrida ‘cuenta de la vieja’, terminó por detenerme en su lectura. El titular versaba así: Sorprenden a cinco ‘ciclistas’ en la frontera con 800 kilos de cable.
¿Os hacéis una idea? Pues sí, eso mismo me vino a la mente…
¡Leche, que pasada! 800 kilos de cable entre cinco ciclistas…. Eso son 160 kilogramos de cable por cada ciclista y bicicleta. ¿Cómo puñetas, con perdón, llevarían aparejado tal cargamento clandestino y de procedencia ajena…?
Claro, mi intriga siguió creciendo y tuve que continuar con la lectura de tan curioso suceso. Y el texto continuaba explicando todo lo acaecido:
La Guardia Civil dio el alto a los sospechosos en Beni Enzar y Farhana cuando iban llevarse a Marruecos 400 kilos de cable de acero y otros 400 de alumbrado.
Agentes de la Guardia Civil destinados en los puestos fronterizos de Beni Enzar y Farhana han sorprendido a cinco individuos cuando pretendían llevarse un total de 800 kilos de cableado a bordo de sus bicicletas. Los portadores de este tipo de ‘mercancía’ la esconden entre otros enseres inservibles para dar la apariencia de que sólo transportan chatarra.
La primera intervención tuvo lugar a las 15:00 horas en Beni Enzar. Los agentes dieron el alto a una persona que en esos momentos pretendía salir hacia Marruecos. Circulaba en bicicleta y trasportaba dos sacos de grandes dimensiones completamente cerrados. Ante el temor de ser arrestado, el sospechoso se bajó de la bicicleta por el lado opuesto al agente y de forma súbita empujó el manillar contra el guardia civil para que la bicicleta cayera sobre él mientras emprendía la huida hacia Marruecos.
Al percatarse de lo que estaba sucediendo, otros dos individuos que portaban bicicletas y caminaban tras el sospechoso, también arrojaron sus vehículos al suelo y escaparon hacia el país vecino. Ninguno de los tres pudo ser detenido debido a “la rapidez de lo acontecido y el gran número de personas y otras bicicletas que en esos momentos circulaban por la aduana”, señala la Comandancia. El agente sobre el que arrojó la bicicleta el sospechoso no sufrió ningún daño físico.
Al abrir los sacos, los guardias civiles descubrieron en su interior 400 kilos de cable de cobre utilizado para el tendido eléctrico de farolas.
La segunda intervención de los agentes tuvo lugar en Farhana. En esta ocasión, dos personas que empujaban una bicicleta pretendían llevarse a Marruecos una bobina de madera con cable tensor de acero. Esta vez, los sospechosos pudieron ser arrestados y fueron puestos a disposición judicial como supuestos autores de un delito de robo con fuerza en las cosas. Los detenidos son un ciudadano español con residencia en Melilla (B.A.M.) y otro de nacionalidad marroquí (M.B.).
El material recuperado en la primera actuación pertenece a la empresa Proytecsa, dedicada entre otras actividades a la cobertura de tendido eléctrico. Sus responsables han calculado en más de 60.000 euros el daño económico causado con el robo. Ese será el coste de reposición del cableado. En cuanto a la bobina con cable de acero, es propiedad de Movistar.
Ambas intervenciones se ha llevado a cabo dentro del denominado ‘Plan de respuesta policial al robo de cableado de cobre’, señala la Comandancia de la Guardia Civil. El objetivo es “evitar el robo de la red de cableado eléctrico, del tendido telefónico, de bobinas de cable en obras o instalaciones públicas”, explica la Benemérita en su nota de prensa. Este tipo de hechos no sólo causa perjuicios a las empresas o legítimos propietarios de los bienes sustraídos, sino que también afecta a toda la ciudadanía. De hecho, pueden verse afectado el buen funcionamiento de bienes públicos como el alumbrado, la red telefónica u otros servicios básicos.
La Comandancia explica que los robos tiene lugar debido al “alto valor que se obtiene en el mercado ilícito de este material vendiéndolo, una vez ‘pelado el cable’ normalmente quemándolo para quitarle el plástico aislante que lo recubre”.
Una vez leído todo el texto, empezamos a desmitificar a esos ‘tíos’; porque claro, no es que pedalearan con soltura y rapidez con semejante carga. Lo que hacían es a modo de ‘mula de carga’ empujar sus bicicletas para poder cruzar la frontera y culminar así su delito. En este punto, el aspecto cómico pasa a un segundo plano, ya que estamos hablando de un tipo de delito cada vez más usual y que causa graves perjuicios y pérdidas de dinero tanto a empresas como a particulares.
Pero después de conocer con detalle el asunto, no me podéis negar que uno, lo primero que se imagina es a unos tíos que; capaces de llevar en su bici 160 kilos de carga, a parte de su peso y pedaleando como si nada; harían temblar hasta el mismísimo Contador…. Pues no es el caso, pero el asunto me pareció curioso hasta el punto de contároslo a través del Tío del Mazo, el espacio del ciclismo, las bicicletas y mucho más.
