Por Techo Díaz.- La imagen no deja lugar a dudas. Es Xavi Tondo. Algunos no se están quietos ni en el cielo, y el ciclista catalán de Movistar no puede evitar salir a rodar un rato ni aunque el día esté nublado.
O quizás no. Quizás sea Ricardo Otxoa, el ciclista del Kelme, que falleció en 2001 atropellado mientras entrenaba. Fignon no parece porque no lleva gafas, aunque quien sabe. Quizás sea Luis Ocaña. O el Chaba. O Pantani. O quizás alguno de los cientos de aficionados que desgraciadamente pierden la vida en accidentes de carretera cuando están entrenando, o simplemente disfrutando de una apacible tarde de bici.
Desgraciadamente son muchos los ciclistas que ya no están con nosotros. Victor Cabedo, Antonio Martín, Valentín Uriona, Fabio Casartelli, Wouter Weylandt o quizás el más recordado de todos, el inglés Tom Simpson, que falleció en plena subida al Mont Ventoux en el Tour de Francia de 1967.
Por todos ellos, y por tantos héroes anónimos que han perdido la vida en la bicicleta, va hoy nuestra nube, nuestro homenaje. Porque siguen brillando desde el cielo.
