Por un Señor de Toledo.- “Después de un traslado en avión y una jornada de descanso en Saint Nazaire, el Tour regresa a Francia Occidental con una meta magnÃfica ante las murallas de Saint Maló. Se trata de una etapa llena de tradición, que nos permitirá recordar la memoria de Louison Bobet y rendir homenaje a Bernard Hinault. Otro sÃmbolo fuerte de este centésimo Tour de Francia: los corredores pasarán por primera vez por el centro del campamento militar de Coetquidan, donde la élite de los cadetes de la escuela militar de Saint Cyr rendirán homenaje a los corredores del Tour luciendo su uniforme de gala. Una estampa tÃpicamente francesa, llena de colorido y sentimiento patrio. Luego probablemente serán los velocistas los que se encarguen de dar
espectáculo…”
Asà nos cuenta el Tour en su página oficial por donde transitará la 10 etapa del Tour 2013, la que se disputará el martes 9 de julio, entre las localidades de Saint Gildas des Bois y Saint Maló, con 197 kilómetros y una única cota de montaña de cuarta categorÃa, lejos de la lÃnea de meta.
La jornada de descanso de hoy va a servir de reflexión dentro de los equipos y para marcar los objetivos de cara a lo que resta de carrera, que es mucho, o casi todo lo importante, por definirlo concretamente.
Los corredores ya saben que el Tour tiene un lÃder sólido, como se esperaba; pero también saben que el equipo de este lÃder, no es tan tanto como parecÃa, a priori, y sobre todo después de la primera etapa pirenaica. Cuestiones ambas que ofrecen incógnitas para lo que queda de Tour y abren una ventana de luz para que haya batalla en las etapas Alpinas y poder poner contra las cuerdas a Froome, que todo sea dicho, sigue siendo el principal favorito a la victoria final.
Ya centrados en la etapa del martes 9 de julio, la décima del Tour, podemos definirla como de transición y con una alta probabilidad de que se llegue en grupo y sean los sprinters –Cavendish, Greipel…-los que tengan que jugársela. Son 197 kilómetros, como ya hemos dicho, totalmente llanos con una única cota de cuarta categorÃa.
La cosa cambia radicalmente de cara a la etapa número 11, la que se disputará el miércoles 10, entre Avranches y Mont Saint Michel. Es la primera contrarreloj individual CRI de las dos que
tiene el Tour en ésta, su edición centenaria. Una crono de 33 kilómetros bastante llana, con algunos repechos, pero para corredores de potencia. Es una crono para especialistas y según parece, dura y exigente en la que las diferencias pueden ser importantes. Una etapa muy importante, ya que el actual
lÃder, Chris Froome, a buen seguro que la tiene anotada en rojo para aumentar su ventaja sobre sus perseguidores.
Veremos cómo se desarrolla, pero de cara al espectáculo y a las opciones de los nuestros, serÃa bueno que las diferencias no fueran muy amplias, para llegar a los Alpes con opciones reales de hacer algo importante.
