Por Un Señor de Toledo.- La noche del pasado viernes 15 de noviembre tuvo lugar un evento de gran magnitud, y es que como en las grandes citas que suceden cosas muy importantes, sólo nos enteramos de lo acontecido tiempo después. En un conocido y céntrico restaurante madrileño se congregaron, al amparo de este deporte que tanto nos gusta y de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, casi 40 representantes para compartir mesa y mantel, alguna que otra experiencia y muchas, muchas cuestiones del ciclismo.
#Ciclismo & Tweets, como así se denominó el evento –magnífica y tenazmente organizado por el compañero del metal @Danibici– supuso una magnífica ocasión; primero, para conocernos en carne y hueso, todos los que hasta el momento éramos sólo personajes con nicks de lo más variopinto, y segundo, para departir mucho sobre el ciclismo y el enfoque que cada uno damos a nuestras respectivas publicaciones digitales, en su mayoría, aunque también contamos con compañeros de otro tipo de medios de comunicación.
Nos divertimos, vaya si nos divertimos. También celebramos el primer trivial ciclista entre todos los presentes. Tengo que decir que el nivel de conocimientos de los allí presentes era extenso, en algunas ocasiones abrumador y en otras muchas admirable. Sí compañeros, me alegró mucho ver que los allí presentes, aparte de escribir sobre ciclismo, saben de ciclismo; y saben mucho, creedme. En anécdota quedó el triunfo in extremis, sorprendiendo en el sprint final y acertando en la que llamaron la pregunta de los 100 puntos, del Tío del Mazo.
Claro, ahora os preguntareis que cuál era la pregunta de los 100 puntos, pues ahí va: ¿Cómo se llamaba el hotel en el que Miguel Indurain, el 19 de septiembre de 1996 puso pie a tierra y abandonó la Vuelta España camino de los Lagos de Covadonga, lugar en el que finalizaba la etapa?
No os diré la respuesta, porque estoy seguro que los seguidores del Tío del Mazo la conocen y así lo van a demostrar…..
Sinceramente, creo que nos dejaron ganar para tener luego el beneplácito del amigo del mazo en la carretera y no ser objeto de su furia herramienta en mano. Vamos, que pensaron algo así como: ….si le dejamos ganar el trivial, a lo mejor luego no nos atiza a nosotros cuando vayamos con la bicicleta…
Muy agradecido el que os escribe, al igual que Techo Díaz, y el Aguador por este reconocimiento y por la magnífica acogida que el Tío del Mazo tuvo en tan señalado evento, compañeros.
La principal conclusión y la más importante a la que pudimos llegar es que esto tiene que volver a repetirse. Al finalizar el evento el convencimiento de la necesidad de juntarnos una vez al año para hablar de los asuntos de la bicicleta fue prácticamente unánime. Pues sólo me queda por decir: “Amen”, o lo que es lo mismo, que así sea.
