Con cuatro veces más bicicletas que coches, queda claro que la bici es sin dudas el medio de transporte preferido de los holandeses, quienes las usan para moverse a cualquier rincón de la ciudad.
Ámsterdam se encuentra siempre, sin importar la época del año, llena de ciclistas, ya sean niños que van al colegio, personas que van al trabajo, que pasean sus perros o hacen sus compras. La ciudad está perfectamente preparada y equipada para las bicicletas. Cuenta con más de 400 kilómetros de carriles exclusivos y señales por todas partes. De igual forma, los conductores de coches, chóferes de tranvía o autobús y los peatones están acostumbrados a su paso, lo cual hace de la actividad algo muy seguro, incluso si vas como turista y es tu primera vez en la capital holandesa.
Nada mejor que la bicicleta para transitar de manera ágil por los callejones serpenteantes y los espacios históricos de Ámsterdam. Asimismo, ten en cuenta que las distancias en el centro turístico son más grandes de lo que parecen, por lo que ir a pie no es una muy buena opción.
Alquilar una bicicleta es cómodo y rápido. Bastan unos minutos para salir pedaleando a descubrir la ciudad. No solo es la mejor manera de moverte a tu ritmo, sino que también es una actividad que te permitirá entender aún más la cultura holandesa y cuenta con múltiples beneficios, por ejemplo, cuidas tu salud, el ambiente y resulta muy económico.
Ámsterdam cuenta con un sistema público de alquiler de bicicletas con el que puedes pedalear todo un día solo por 3,15 euros, más el costo de la tarjeta si es que no la tienes.
Además, hay más de 240 puntos de alquiler cerca de las principales estaciones de trenes, buses y zonas céntricas de la ciudad, por lo que siempre tendrás una bicicleta al alcance de tu mano.
El metro también se encuentra adaptado para quienes viajan sobre dos ruedas. En cada estación encontrarás ascensores y escaleras pensadas para facilitar el subir y bajar la bicicleta.
En Ámsterdam, hay tantos ciclistas que prácticamente puedes aparcar la bici donde quieras, hay cientos de lugares dedicados exclusivamente para esto. En caso de que no hubiera disponibilidad, puedes dejar tu bici amarrada a un árbol, un farol, o lo que sea mientras no estés en zona señalada como prohibida y no estorbe a los peatones y los autos.
En el centro y alrededores de los canales no hay tantos carriles exclusivos como en otras partes de la ciudad, pero realmente no son necesarios, ya que la circulación es muy tranquila y las bicis tienen prioridad.
Sin dudas, pedalear por Ámsterdam es una experiencia que no te puedes perder. Recorre los diferentes barrios y cruza los numerosos puentes, pasea por el Vondelpark, llega hasta el Museo Van Gogh y visita el mercado Albert Cuyp. Déjate sorprender por los canales y callejuelas entre modernos restaurantes y cafeterías tradicionales. Súbete a la bici y prepárate para sumergirte en la cultura holandesa.
