Por un Señor de Toledo.- Tras la etapa de ayer en la Vuelta Ciclista a España, con final en el alto de San Miguel de Aralar, hemos podido ver y leer muchos comentarios y análisis de lo que allí sucedió. Este es uno más de ellos, pero va un poco contra corriente de la mayoría de los comentarios de aficionados de nuestro país.
Fue una batalla dominada por el miedo, por el respeto mutuo, por la vigilancia entre los grandes, sobre todo entre los españoles Contador, Valverde y Purito. Esta vigilancia permitió, sin quitar ni el más mínimo mérito al vencedor de la etapa, el joven y gran ciclista italiano Fabio Aru. Igualmente, se ha dicho que esta extrema vigilancia permitió a Froome agarrarse a la carrera y no volver a perder tiempo.
Efectivamente así fue y ya sabemos que a corredores de tanta clase, cuando hay opciones de soltarlos hay que hacerlo y alejarles en la clasificación general; todo ello es de manual de equipo ciclista. Por cierto, manual que debían revisar en el que hasta hace poco tiempo se creía el mejor equipo ciclista del mundo, el Sky, ya que seguimos sin entender las imágenes de Dario Cataldo tirando todo lo que podía del grupo, mientras su jefe de filas, el propio Froome, era el principal damnificado del ritmo de su compañero. Este es otro cocido, del que podemos hablar en otro post.
A lo que vamos y haciendo un poco de abogado del diablo, tampoco debemos perder de vista, como aficionados al ciclismo, que cuantos más ciclistas y de mayor categoría estén implicados en la lucha por la Vuelta, el espectáculo va a ser mayor. No hay que esperar a nadie, por supuesto, y si un favorito va mal hay que rematarlo, así debe ser; pero para el propio espectáculo de la vuelta que Froome y Rigoberto Urán estén metidos en la batalla, mejor que mejor.
Que los Contador, Valverde y Purito se conocen y respetan tanto que parecen ir jugando al gato y al ratón, situación de la que se pueden ver beneficiados terceros; estamos totalmente de acuerdo. Ahora bien, recordando un spot publicitario que hizo el equipo de Fórmula 1 Vodafone Mclaren, vamos a ensalzar la figura de “los benditos malos’. En toda batalla tiene que haber algún malo, para que el bueno pueda triunfar y saborear aún más su victoria. Los buenos, pueden dar mucho espectáculo ellos mismos, pero no me negareis que con ‘malos’, la peli es mejor.
No me entendáis mal con lo de los malos y los buenos. Los ciclistas de los que he hablado son todos ellos magníficos corredores y merecen todo nuestro respeto y admiración, claro que sí. Lo que pasa en que en esta ocasión les toca ser ‘los malos’ para que el espectáculo sea mucho mayor. Ayer nos hubiera gustado ver a Froome descolgarse, pues seguramente para muchos sí; pero así la Vuelta gana en intensidad e interés, esto es innegable.
Mirándolo desde este punto de vista, la vuelta tras la etapa de ayer, ha vuelto a ganar enteros; ninguno de los gallos, salvo Quintana por esa nueva caída, ha perdido sus opciones y la batalla sigue en todo lo alto, nunca mejor dicho. Queda mucha Vuelta a España, queda lo más duro sin duda, y desde luego que lo vamos a disfrutar y animar a los nuestros, a los que cada uno quiera o tenga debilidad. A los que para cada cual sean ‘los malos y los buenos’. Lo que está claro es que el espectáculo está servido y ‘los malos y los buenos’, los de unos y los de otros están en la lucha. Ahora, que gane el mejor, porque como nos gusta decir: ESTO ES CI CLIS MO!!
