Por un Señor de Toledo.- En esta Vuelta Ciclista a España uno de los aspectos que más está llamando la atención a todos los aficionados al ciclismo es la atención desmedida y casi obsesiva de Chris Froome en la pantalla del pequeño aparato que lleva en su manillar. Os hablamos del potenciómetro SRM, el sistema de entrenamiento que permite grabar todos los datos en memoria, para posteriormente ser volcados al ordenador y ahí hacer todos los cálculos y análisis acerca del rendimiento del ciclista.
La utilización de un software específico para analizar y comparar los datos obtenidos completa el sistema de entrenamiento SRM, que a día de hoy es el sistema más completo y fiable de control del entrenamiento y rendimiento del ciclista. Este rendimiento se ofrece en vatios de potencia desarrollado durante el esfuerzo.
Ya os hablamos hace un tiempo de la utilización y cómo los corredores usan los parámetros de vatios para medir su preparación y sus esfuerzos. https://www.eltiodelmazo.com/2014/04/02/vatios-de-potencia-en-el-ciclismo-quienes-son-los-que-mas-vatios-generan/
Concretamente, este sistema suministra una información básica sobre aspectos como la potencia media desarrollada durante el esfuerzo medida en vatios, que después se analizada con aspectos como cambios de ritmo, tipo de carretera o influencia del viento, la cadencia de pedaleo y la velocidad, tanto el promedio como la que se ha alcanzado en cada momento de la jornada. Todos estos datos pasan al ordenador donde ahí se analizan y se detalla todo. Por definirlo de algún modo, este sistema viene a ser la telemetría que utilizan en Fórmula 1.
Todos los ciclistas de equipos profesionales cuentan con este sistema, no es cuestión de que unos tengan estos medios y otros no; cada equipo, cada ciclista da mucha importancia a este asunto, pero no todos, afortunadamente, lo llevan a las máximas consecuencias en carrera.
Froome y su obsesión y mimetismo con la máquina
Froome mira continuamente la pantalla de su SRM para ver cuál está siendo su rendimiento y mantenerse en los niveles que, en sus entrenamientos, test y análisis posteriores le indican que está en sus valores óptimos de rendimiento. Por decirlo de algún modo, no se quiere salir de su guion, del que tiene establecido en su planificación.
La razón principal por la que vine a esta Vuelta era tener las piernas para poder abordar mejor el invierno, porque, si no hubiera corrido durante seis meses a tope, habría sido difícil volver a este nivel. No quiero hacerle un feo a la Vuelta, pero yo la utilizo un poco para estar preparado física y mentalmente para el año que viene, decía Froome al diario francés L’Equipe.
Una prueba más de que el británico está siguiendo el plan establecido, el que le indica su SRM, y el que tiene estudiado que le lleva a sus mejores cotas de rendimiento. No quiere decir que no esté disputando la carrera, que lo está haciendo, pero lo hace sin salir del plan establecido.
Este método también cuadra con los cánones marcados por el equipo Sky del que se ha dicho que es el mejor equipo ciclista del momento y que cuenta con una organización y preparación más modernas. Aquí vamos a disentir de estas afirmaciones. El mejor equipo es el que mejores resultados cosecha, y esta temporada no va a ser el Sky precisamente. Lo que sí podemos decir, como coinciden en los mentideros del pelotón, es que son los que más espartanamente llevan a sus corredores, siempre dentro de unas normas y unas rutinas de entrenamiento y competición bajo las pautas del SRM; ahí sí que estamos de acuerdo.
Estamos de acuerdo, pero no es precisamente el ciclismo que más nos gusta. Entrenando cada uno puede hacer lo que considere, pero en carrera, nos gusta más la pasión, el desenfreno de los ciclistas bajo sus sensaciones. El dejar de lado la calculadora y entrar en una lucha cuerpo a cuerpo….ese es el ciclismo que más nos gusta. No podemos olvidar que los ciclistas son personas y cómo tal tienen sus días, sus momentos, sus sensaciones…Tampoco podemos pasar por alto que este deporte, si es grande, es por la PASIÓN que desprende. Sin ella, el ciclismo no sería ciclismo y no nos engancharía de la manera que lo hace.
