Por un Señor de Toledo.- El Giro de Italia de 2015 se presenta con muchos alicientes y muy interesantes, excitantes diría yo, para el espectador. Una carrera dura, la más dura del año para muchos, en la que la montaña es la gran protagonista y con el valor añadido del reto planteado por el corredor español Alberto Contador, que va a disputar Giro y Tour con el objetivo de conseguir triunfo final en amabas carreras, algo que en el ciclismo de hoy en día se antoja como muy difícil de conseguir. Basta con apuntar que el último ganador de ambas carreras en un mismo año fue Marco Pantani en el 98, su gran año.
Dentro de la espectacularidad de la carrera Italiana, este año cuenta con otro aliciente muy especial, y lo tiene porque hay puertos de montaña coronados por un aura especial. Por su dureza, por las batallas ciclistas que allí se han vivido, por lo decisivo que ha sido las veces que se ha subido… El Mortirolo, denominado por algunos General Mortirolo, es sin duda alguna uno de estos puertos con un aura especial.
Hasta el nombre ya impone por sí mismo. No me negaréis que solamente citar al Mortirolo ya tiene una carga de dureza y respeto importante, que de cara al espectador se traduce en espectáculo asegurado… Este año, vamos a tener el privilegio de disfrutar de un gran día de ciclismo con este coloso de los dolomitas como protagonista. Concretamente será en la etapa 16ª del Giro, la que se disputará el próximo 26 de mayo. Una etapa de 175 kilómetros de recorrido y con otros cuatro puertos de montaña en su recorrido –Campo Carlo Magno, Passo del Tonale, Aprica en dos ocasiones-. Un etapón con todas las letras y con el Mortirolo de plato principal del día.
Todavía tengo grabadas en mi mente aquellas imágenes del Giro del 94 en las que ciclistas de la talla de Indurain, Pantani, Bugno, Chiapucci o Berzin protagonizaron una memorable batalla en este coloso. Merece le pena que recordemos algunos momentos de esta batalla, que volvamos a vivir una pequeña parte de la historia del ciclismo y lo haremos a través de este vídeo que os acercamos:
Para terminar, como nuestro principal protagonista de este post ha sido el General Mortirolo hay que recordar que este puerto cuenta con una longitud de unos 12,5 km, para salvar un desnivel positivo de 1300 metros. La pendiente media es superior al 10%, llegando en algunos sectores hasta el 18%. Ahí es nada, mazers.
Ya sólo podemos decir: ¡Bienvenido General Mortirolo, le esperamos ansiosamente y estamos seguros de que no nos defraudará!
