Por Techo Díaz.- Probablemente sea sólo un globo sonda y no haya que lanzar aún las campanas al vuelo, pero la idea está sobre la mesa. Según recoge El Norte de Castilla, la subdirectora de Intervención y Políticas Viales de la DGT, Mónica Colás, ha afirmado este fin de semana en Salamanca que los ciclistas podrían necesitar en un futuro un seguro privado, un registro de circulación, un permiso de circulación y un registro de matrículas para circular por la vía pública.
Hace unas semanas, la DGT difundía una encuesta para sondear la opinión de los usuarios en este asunto y en un encuentro realizado durante este fin de semana en el Centro Superior de Educación Vial, dependiente de la DGT, Colás confirmó que estas posibilidades son ideas que se están estudiando.
En el evento se abordó esta cuestión de la mano de especialistas de la DGT, representantes de los ayuntamientos, asociaciones, autoescuelas, fundaciones, federaciones y centros educativos, que durante el encuentro confrontaron sus tesis sobre el uso de la bicicleta. En el acto, Colás aseguró que Tráfico viene trabajando intensamente desde hace años para potenciar y consolidar “la cultura de la bicicleta“, una opción que se encuentra muy extendida en la Unión Europea.
Asimismo, planteó la idea de conseguir una sana convivencia entre los conductores y los ciclistas, y puntualizó que se barajan ideas como registro de matrículas, seguro privado para circular al margen del sistema sanitario público y licencia para desplazarse, aunque añadió que no está previsto ni estipulado por el momento ningún paso en concreto desde la DGT para hacer estas medidas una realidad.
En definitiva, un proyecto “aún en pañales” y que no sabremos si llegará nunca a hacerse realidad, pero que sí demuestra una cosa: las administraciones se están tomando muy en serio el auge del ciclismo como medio de transporte y tienen intención de regularlo. Que se haga de manera correcta o no dependerá de muchos factores, entre ellos no sólo el acierto de los que gobiernen sino también de la actitud de todos los ciclistas. Todavía estamos a tiempo de hacer bien las cosas. La parte buena es que, aunque tarde, la bici ha llegado por fin a nuestras ciudades. Y está aquí para quedarse.
