Por Techo Díaz.- Acaba de concluir el Tour de Francia -a falta solo del protocolario paseo en París- con un claro ganador y un brillante segundo que puso emoción hasta el último día. Pero con un debate por resolver… ¿quién es el mejor corredor del mundo en las vueltas por etapas?
Alberto Contador ha sido finalmente quinto, después de fracasar en un reto que parecía sacado de otra época: lograr el doblete Giro-Tour en una misma temporada. A pesar de lograr una dignísima quinta posición, el corredor de Pinto nunca ha inquietado al brillante ganador de la ronda, el británico Chris Froome, y ha estado lejos de su gran rival, el colombiano Nairo Quintana. También Alejandro Valverde y Vincenzo Nibali le han superado en la clasificación general de una carrera que quería dedicar a su amigo y compañero de habitación, el italiano Ivan Basso, que se tuvo que retirar a mitad de la carrera afectado de un cáncer que por suerte parece evolucionar favorablemente.
Cierto que una caída y un posterior cambio de bicicleta le afectó en una de las etapas, pero no lo es menos que al de Tinkoff no se le ha visto con la fuerza del Giro 2015 y la Vuelta 2014, últimas rondas que saldó con victoria. El mismo lo reiteraba en declaraciones a los medios y su cuenta de Twitter, “estoy concentrado y motivado pero un poco cansado”, decía por ejemplo antes de la etapa de Alpe d’Huez, la más decisiva de la ronda gala.
Y ha sido allí, precisamente en la meta más enorme de la historia del ciclismo donde ha revelado sus planes para la próxima temporada. En declaraciones a onda Cero, recogidas entre otras por la cuenta de Twitter del periodista Luis Guinea, el ciclista madrileño ha revelado que en 2016 no volverá al Giro. Se centrará en las carreras de principio de temporada, el Tour y los Juegos Olímpicos.
Podemos imaginar lo que pasará por su cabeza en estos momentos. Ganar el Giro es muy importante, pero el Tour es lo más grande, y parece claro que para ganarlo hay que prepararlo a conciencia. Al final tanto esfuerzos le han pasado factura y al final ha estado un punto por debajo del nivel de sus principales rivales: Chris Froome y Nairo Quintana.
Luego te puedes caer, perder tiempo en abanicos o constiparte, pero está claro que el Contador que hemos visto estos días ha rendido por debajo del excelente nivel al que nos tiene acostumbrados. Se le ha visto cansado y con verdaderos problemas para seguir el ritmo de los más fuertes, y parece que no quiere volver a pasar por lo mismo en 2016.
¿Es el doblete un reto de otra época? Probablemente sí, puesto que los recorridos son cada vez más exigentes y nada tienen que ver a aquellos donde la primera semana transcurría entre sprints y escapadas consentidas. O tal vez los últimos en lograrlo, Miguel Indurain y Marco Pantani eran verdaderos extraterrestres, aunque justo es consignar que el Tour del 98, donde Pantani firmó el último doblete conocido fue raro, raro, raro.
Ahora bien, ¿qué pasa si, como se ha comentado estos días, Froome corre y gana la Vuelta de este año? Entonces habría que quitarse el sombrero. Pero parece difícil que pase. No que la corra, sino que la gane. El inglés es ambicioso y le encanta una ronda donde ha sido dos veces segundo, pero visto lo que ha tenido que sufrir para ganar su segundo Tour es probable que llegue a Málaga destrozado.
Y además ya hay precedentes. En el aburridídimo Tour que ganó Bradley Wiggins y en el que se especuló tanto con su posible victoria, el inglés vino a España dispuesto a conquistar la Vuelta. Y lo hizo bien la primera semana, pero en la segunda ya no podía seguir el ritmo de los Contador, Purito y Valverde que firmaron un bellisimo duelo nacional con final en Fuente De. A Froome se le hizo larga la Vuelta como a Contador se le ha hecho largo el Tour.
Veremos qué pasa si al final se presenta en Málaga pero, hasta la fecha, los dobletes son cosa del siglo pasado. Hazañas de otra era del ciclismo.
