Por Techo Díaz.- Que el peso es determinante en el rendimiento de los ciclistas es algo que está a la vista de cualquiera. Se comentó hasta la saciedad la extrema delgadez de Chris Froome, brillante vencedor del pasado Tour de Francia, y si bien es cierto que no basta con estar delgado para ganar una carrera no lo es menos que los kilos de más se pagan en ciclismo, sobre todo a la hora de subir las cuestas.
Dejando aparte la competitividad extrema de los profesionales en la materia, lo cierto es que cualquiera de nosotros hemos experimentado lo bien que se rueda cuando “estás fino” y lo difícil que se hace cuando llevas una dieta relajada con gran protagonismo de gominolas, bacon, manitas de cerdo y helados de tres bolas. La dieta influye directamente en el rendimiento, y vigilar lo que comemos es el primer paso para disfrutar realmente del ejercicio.
Ahora bien, ¿cómo mantener a raya esos monstruos llamados calorías, tan aficionados a esconderse en tu armario y encoger tu ropa por las noches? Con mucha fuerza de voluntad, desde luego, pero también con un estricto control del peso.
Confieso que hasta hace poco no le había dado demasiada importancia al asunto y me había conformado con una vieja báscula del Ikea. De las de aguja de toda la vida, de esas que te dan un peso diferente en casa al que luego te marca el médico en algunas revisiones. Nos llevábamos bien, porque no era excesivamente cruel y me permitía seguir pensando que los médicos se equivocaban y que si no cabía en la ropa de ciclista es porque la hacen pensando exclusivamente en individuos como Froome.
Hasta que claro, la dejé por una más joven. Y aunque pueda parecer cruel y desconsiderado, no me arrepiento ni por un momento. Mi nueva báscula es mucho más guapa y, aunque me duelan los resultados, mucho más precisa. Y sobre todo, tremendamente más moderna, ya que traslada al momento los resultados al móvil donde llevo mi programa de entrenamiento o de “envejece con dignidad”, como prefiero llamarlo.
Se trata de una báscula Xiami Mi Smart, compatible con dispositivos Android e iOs. Al pisarla, se retroilumina con luces Led y te indica el peso, con gramos incluidos. Realmente es bonita y da un toque de modernidad al baño o al lugar donde quieras colocarla. Su otra gran ventaja, como ya hemos comentado, es que se sincroniza con la aplicación Mi Fit, donde podemos controlar nuestros progresos o cerciorar nuestra total derrota.
Nada garantiza el éxito en la lucha contra las calorías, y además tampoco conviene darle demasiada importancia al peso, pero lo que sí podemos garantizar después de probarla es que funciona correctamente, es verdaderamente bonita y supone un buen aliciente para rodar más ligero en bicicleta. Aunque no nos guste lo que marque, siempre es bueno llamar a los kilos por su número.
Información sobre la báscula: aquí
