Por Techo Díaz.- Mientras Romain Bardet y Thibaut Pinot sigan siendo más queridos por la afición francesa que Arnaud Démare y Nacer Bouhanni parece que seguiremos viviendo unos tours eminentemente enfocados en la montaña, algo muy bueno para el espectáculo, pero también para las aspiraciones de un Alberto Contador que centrará todas sus miras en conquistar el Tour de Francia del año 2016. Así es el recorrido del Tour del año próximo, presentado hoy en una gala descafeinada por la ausencia de muchas de las estrellas, pero bien traída y relativamente bien guardada.
Se sabían muchas cosas, como que se iba a rememorar subiendo el Ventoux el día en que los franceses se tomaron la Bastilla, pero algunas cuando menos eran todavía objeto de duda. Como la más sorprendente y grata para el espectador: vuelve la cronoescalada. Será una distancia corta, de 17 kilómetros, pero muy al final de la carrera, cuando las fuerzas escasean y las rampas de los Alpes separan a los hombres de los niños. También se recupera la contrarreloj, género defenestrado en 2015 que vuelve a nacer un año después y pone en liza a nuevos valores como Tom Dumoulin, invitándoles a jugar en una partida en la que el año pasado no tenían ficha.
La crono de 37 kilómetros no es una salvajada, pero llega justo un día después del Mont Ventoux, y eso es mucho monte. El Tío del Mazo se va a hinchar a repartir en ambas disciplinas, dos días seguidos, justo entremedias de las grandes citas montañosas de la carrera francesa. En la crono, un buen especialista que luche por la general (a esas alturas sólo debería estar el bueno de Tom), podría endosarle dos o tres minutos a un Quintana o a un Pinot, teóricamente más beneficiados por el trazado. Eso igualaría las tornas. Además, el señor director del Tour ha dicho que el trazado de la crono es parecido al de los Juegos Olímpicos y que podría servir para que muchos ciclistas preparasen la cita de Río. Llamada clara a Fabian Cancellara, Tony Martin y Vasil Kiriyenka, sin olvidarnos del patrio Castroviejo y del sorprendente y francés Coppel. Es bueno que la contrarreloj vuelva a la prueba.
Antes del dueto Ventoux-CRI se habrán subido ya los Pirineos, donde la Grande Boucle atravesará territorio español en una etapa que arranca de Viella para terminar en Andorra. Parece que el Principado le ha cogido el gusto a esto de acoger etapones y jornadas de descanso. Y la verdad, nos parece una estupenda idea. En los Pirineos es, a fin de cuentas, donde probablemente se decida la carrera, si atendemos al patrón seguido por el Tour en los últimos años, donde prácticamente se sentencia en la primera llegada en alto. Esperemos que esta vez no sea así, pero sería de incautos descartarlo. Si están pensando en cogerse una pequeñas vacaciones para acercarse a ver el Tour, Cataluña puede ser una opción inmejorable.
Lo que se cargan este año es la primera semana de clásicas, sin volver por ello al modelo de los sprints. No habrá adoquines ni flechas valonas, pero sí montaña desde muy pronto, ya que antes de los Pirineos se pasa por el Macizo Central. Subidas cortas y nerviosas, pero a veces son las que más daño hacen. Ello dará intensidad a una semana que arrancará con un desembarco en Normandía cargado de simbolismo.
Para acabar, cuatro jornadas alpinas con paso por Suiza, una cronoescalada y con una llegada inédita a la presa de Finhaut-Emosson, además de llegadas a Saint Gervais y Morzine. En definitiva, mucho terreno para que El Tío del Mazo atice y un recorrido más equilibrado que en 2015, pero donde los escaladores tendrán algo más de opciones y donde, previsiblemente, podremos asistir al que quizás sea el último duelo entre dos de los mejores ciclistas de la historia de este deporte: Chris Froome y Alberto Contador. Sin olvidarnos de la cuota de protagonismo de los más jóvenes: Nairo Quintana, Fabio Aru y Tom Dumoulin.
Tiempo habrá para analizar a fondo las llegadas una a una, pero de momento, el recorrido del Tour 2016 no decepciona. Ahora sólo resta contar los días para que la mejor carrera del mundo arranque. El espectáculo está garantizado.
I won the stage in yellow on Bastille Day in 2013 & 2015… Good omen I hope! 👍☺️
— Chris Froome (@chrisfroome) octubre 20, 2015
Tour montañoso de principio a fin con dos cronos duras.Bonito,atractivo y que me motiva,desde hoy pensando en el! pic.twitter.com/yRuqDEm68H
— Alberto Contador (@albertocontador) octubre 20, 2015
