Por Techo Díaz.- Quién da primero da dos veces, dice un viejo refrán. Y en el Sky parece que se están aplicando el cuento porque están firmando un inicio de temporada absolutamente demoledor. Y no tanto por la calidad de las victorias, como por la cantidad. Parece que lo quieren ganar todo y no reparan en alardes.
Cual si de almogávares se tratase, entonando el desperta ferro antes de cada batalla, el objetivo no parece otro que le de asustar a sus adversarios y desmoralizarlos antes ni siquiera de que tome cuerpo la temporada. Y no basta con ganar, ojo, hay que hacer doblete.
No es extraño que Froome haya empezado la temporada ganando. Lo hace siempre que puede, en Andalucía o en Australia. A su encomiable competitividad hay que añadir que no es un hombre sólo de Tour. Al año suele firmar al menos tres victorias en vueltas por etapas, algo que lo aleja del modelo Armstrong y lo hace mucho más entrañable.
Pero este año está siendo demasiado. Entre él y Kennaugh se han llevado todo en el Herald Sun, una prueba que no tenía un nivelazo pero sí buenas rampas. Y Walter Poels ha dominado la Volta a la Comunitat Valenciana, con Intxausti de escudero. Muy superiores al resto, y aquí ya jugaban Purito y Fabio Aru. Hasta en los sprints triunfan con un Viviani que sí está encontrando algo de oposición en una renacido Marcel Kittel.
Lo visto hasta el momento acongoja, y da que pensar de cara al resto de temporada y el Tour. ¿Será la estrategia correcta o tendrá más sentido el prudente aterrizaje del Tinkoff, que apenas se ha dejado ver aún por las carreteras?
Desde luego queda mucha temporada, pero el arranque de los negrocelestes ha sido impecable, terrorífico y abusón. ¿Dejarán algo para los demás?
