Por un Señor de Toledo.- Un éxito de público y un Kittel superlativo. Este podría ser, a grandes trazos, el resumen del inicio de este Giro de Italia en su periplo por tierras holandesas. Qué gusto daba ver la cantidad de público que se agolpaba en las cunetas de las localidades de paso de la carrera. La gente se reunía a los bordes de la carretera para ver a los protagonistas de su deporte favorito; y es que el idilio de Holanda con el ciclismo parece algo eterno, irrompible… Y para más decir, hasta la climatología ha acompañado el paso de los corredores en estas tres bonitas jornadas de ciclismo… Mientras en la mayor parte de España jarreaba como casi nunca y el gris cubría los cielos ibéricos, en Holanda la primavera lucía con todo su esplendor para dar la bienvenida a los ciclistas…
Y en esta alineación de los astros en favor del Giro, el guion parecía que seguía siendo perfecto cuando en el prólogo inicial de la carrera, un holandés ganaba en Holanda. Tampoco fue ninguna sorpresa, ya que Dumoulin estaba en todas las quinielas.
Tras el vuelo bajo del corredor del Giant-Alpecin en Apeldoorn llegaban dos etapas llanas, dos etapas en las que el sprint masivo era la opción más probable de resolución de la carrera. Los pronósticos se cumplieron y tanto en Nijmegen como en Arnhem, sendos sprints masivos decidieron al ganador de las dos etapas. Ahí, en ese lance de alto voltaje del ciclismo emergió, por partida doble, la figura majestuosa del alemán, Marcel Kittel. Doblete y maglia rosa para el del Etixx que de esta manera se sacaba la espina de la pasada temporada, en la que estuvo prácticamente inédito.
Ni Greipel, ni Viviani, Porsev o Démare pudieron con el gran Kittel y es que no en vano es uno de los ciclistas más grandes literalmente del pelotón; ya que con casi metro y noventa centímetros y más de 85 kg de peso, nadie me negará que esto es así…
El susto lo puso el ciclista francés Jean-Christophe Peraud con una caída ‘fea’ en la tercera etapa, tras la que tuvo que ser atendido y trasladado a un hospital. Abandono y nada más que lamentar por suerte
Hoy jornada de descanso, viaje hacia tierras italianas en las que probablemente hasta la etapa del próximo jueves, el alemán tiene serias opciones de mantener esa maglia que lo acredita como el líder de la ‘corsa rosa’. A partir de la sexta etapa, con la primera llegada en alto del Giro 2016 en Roccaraso, las cosas cambiarán radicalmente y estaremos hablando de otros asuntos, hasta entonces, Kittel podrá seguir siendo el Rey.
