Por Techo Díaz.- Alejandro Valverde ya ha concluido la temporada. Por primera vez en mucho tiempo no estará en los mundiales de fondo de carretera, algo bastante comprensible si se tiene en cuenta no sólo que el circuito no es favorable, sino que este año ha corrido las tres grandes y varios monumentos. Una panzada de kilómetros que le han vuelto a situar como uno de los ciclistas con más días de competición, solo superado por los franceses Thomas Voeckler y Adrien Petit, el italiano Davide Cimolai y su paisano Luis León Sánchez.
En total, 92 días de alta competición con presencia en las tres grandes, siete victorias y punto álgido en la Flecha Valverde, como la llaman algunos. La clásica de las Árdenas con final en el Muro de Huy que ganó por cuarta vez y que le garantiza un sitio en el olimpo de la prueba. También hubo etapa en el Giro de Italia, podium en la prueba y un sexto puesto en Lombardía que permitió a su equipo y a España ganar otra vez la clasificación de mejor escuadra y mejor país del mundo en 2016.
Y sin embargo, donde mejor se sintió el murciano no fue en el Giro, sino en el Tour de Francia, donde acabó en una meritoria sexta posición. “Donde mejores sensaciones tuve fue en el Tour de Francia. En el Giro hice tercero pero fue en julio cuando me encontré a un nivel más alto”, ha dicho en una entrevista remitida por su equipo de prensa.
Una confesión de lo más curiosa, aunque lo cierto es que al de Movistar se le vio cómodo en el Tour, lejos de los focos mediáticos y la presión que concentraba su compañero Nairo Quintana. Otra cosa fue la Vuelta, que ya le hizo más larga de lo que hubiera deseado. De hecho, no volverá a repetir el triplete en las grandes vueltas. “Es demasiado. Este año quería probar, no por ganar; sino por ver la experiencia, pero no lo puedes hacer bien en todas. Ya he pasado por ello y creo que no volveré a repetirlo”, asegura.
La incógnita por tanto está servida: ¿qué pruebas correrá el murciano la próxima temporada?. Aunque lo históricamente valverdista es no faltar a su cita con la Vuelta, el Giro, en el que debutó en el cénit de su carrera, también le ha hecho ’tilín’. “Me gustó muchísimo. Los aficionados italianos son una pasada. El recorrido, la organización…todo fue estupendo. Estoy encantadísimo de haberlo corrido, no ya sólo por el resultado final”, dice sobre la prueba italiana.
Más allá de su calendario en 2017, donde seguirá unido a Movistar, el ciclista sigue apoyando el ciclismo base desde el Valverde Team, un equipo que sigue creciendo año a año. “La idea principal de cara a la próxima temporada es mantener lo que tenemos (Valverde Team cuenta actualmente con equipos júnior y cadete y una escuela deportiva). Si en el futuro podemos crecer aún más con el salto a sub 23, mejor. Siempre que pueda voy a estar apoyando la base, ya que es muy importante para el futuro del ciclismo”, asegura.
El Valverde Team organizó una prueba de escuelas el pasado miércoles que volverá a repetir el año que viene y esperemos que muchos más. No hay nada más importante para el futuro de este deporte que apoyar el ciclismo base. Ojalá sea éste el gran legado de Valverde.
