Por Techo Díaz.- Es el hombre del momento, el ciclista al que se disputan todos los equipos. Presto a expirar su contrato de dos años con Sky, a Mikel Landa le pretenden -cuenta Carlos Arribas en El País- Astana, BMC, UAE-Emirates, Sky, Bahrein y Movistar. Lo que viene siendo los mejores equipos del mundo.
A los tres primeros ya ha dicho que no, con lo que la duda está ahora entre el Bahrein de Nibali, el Sky de Froome o el Movistar de Quintana y Valverde. Suponiendo, y parece que así lo afirma, que la pasta no es lo único determinante, ¿qué debe hacer el alavés?
Al parecer lo único que pide el escalador de Murguía es que le dejen ser el líder en alguna de las grandes, algo que podría cumplir muy bien en cualquiera de los equipos. El mismo Sky ha cumplido hasta la fecha con lo prometido, aportándole galones de líder en las dos últimas ediciones del Giro de Italia.
De seguir allí, por tanto, es algo que tendría asegurado. Líder en el Giro y trabajar para Froome en el Tour, siendo el último o el penúltimo relevo en el arrollador rodillo británico que devasta las carreteras francesas.
Más complicado puede tener en Bahrein el liderazgo en el Giro, coto privado de Nibali. Y sin embargo, tendría a su alcance ser el líder del equipo en el Tour de Francia, responsabilidad que este año recae en su paisano Ion Izagirre. Son todo cábalas, claro, pero Nibali es inteligente y muy italiano, y es de esperar que en su carrera siga primando el Giro sobre la Grande Boucle.
¿Y en Movistar? ¿Dónde encajaría Landa en el único equipo del mundo con dos líderes entres los 5 mejores ciclistas del mundo? No parece fácil el encaje de bolillos ni aunque se encontrasen pruebas de que Valverde no es inmortal. Ambos líderes tienen firmado hasta el 2019 y a Alejandro, por todo lo que ha hecho y por lo que le debe este equipo, no le puedes negar que vaya de líder hasta el último de sus días. Son muchos galones.
Pero si podrías repartir las tres grandes, a líder por Vuelta. Porque este año lo hemos vuelto al ver, el doblete Giro-Tour no es algo de este siglo. Se corre de manera distinta, se mide hasta el último gramo de fuerza y en el mismo sitio que tropezó Contador ha caído Nairo Quintana en 2017. Un ciclista que no correrá el Tour le ha ganado por la mano en las carreteras italianas.
Otra cosa puede ser el doblete Tour-Vuelta, que Froome ha estado a punto de lograr algún año. Y que el mismo Quintana puede lograr en el futuro. La Vuelta es una carrera muy dura y exigente, pero se llega con las fuerzas justas de toda la temporada. Los grandes hoy en día, eligen Tour o Giro (la mayoría Tour) y luego van a la Vuelta a salvar la temporada o a bordarla en grana y oro.
En este sentido, quizás tendría encaje un Landa para el Giro, Quintana para el Tour y Valverde para la Vuelta, sin perjuicio de que los dos primeros repitiesen en España. Lo que no tendría sentido en el 18 ni en el 19 es que Nairo vuelva a intentar el doblete Giro-Tour.
¿Y qué ganaría Movistar con Mikel Landa?
Pero veámoslo ahora desde el otro punto de vista. ¿Qué ganaría el equipo de Unzué fichando al corredor vasco? Lleva 4 años siendo el mejor equipo del mundo, no es que necesite sus puntos. Ni tampoco está claro que Landa, a pesar de ser un gran corredor, vaya a ganar un Giro o una Vuelta.
La respuesta sin embargo, es sencilla. Ganaría ilusión.
Durante décadas, Movistar -antes Banesto, Reynolds y otras marcas- ha sido el equipo de España. El de Arroyo, Perico, Indurain, Olano, el Chava y Valverde. Siempre ha tenido un líder español que, en ocasiones, ha sido también el mejor del mundo. Y eso ha levantado pasiones: Ha hecho que el equipo sea el más querido por los aficionados y que aún hoy se vendan gorras del Reynolds en la web o en puestos callejeros.
Todo eso es algo que hoy se está perdiendo. Partimos de que todo esto es irracional, y que apela a un nacionalismo rancio y todas esas cosas, pero los sentimientos rara vez se dictan por lo que les manda el cabrón del cerebro, tan aburrido él. Y en España, Nairo Quintana no despierta simpatías. Probablemente tenga más que ver con su forma de correr que con su origen, pero es un hecho. Cualquiera que frecuente las redes o tenga conversaciones de bar puede darse cuenta del asunto.
Y si a eso le sumamos que el tío es rematadamente bueno y joven y le quedan muchos años por delante, nos encontramos con un solo equipo español de profesionales trabajando para él. Con prometedoras carreras como la de Marc Soler o Rubén Fernández hipotecadas a un ciclista del que no todos hablan bien y al que, de forma justa o injusta, la afición no apoya.
Landa no tiene el potencial de Nairo Quintana. Ni de lejos. Pero es un ciclista capaz de hacer podio en una grande, ganar etapas reinas y el jersey de la montaña. El más digno sucesor de Virenque desde que el francés colgase la bicicleta. Y eso, a la afición, que quiso más al Chava a Olano Manzano, le gusta. Porque de hecho, es mucho más bonito en mi humilde opinión, ganar etapas en una grande que hacer sexto en la general.
Claro que Movistar es una multinacional y tendrá que valorar si le sale más rentable un dios en Colombia o una estrella en España. Salvo que haga malabarismos y busque la manera de que todos convivan. Si lo ha conseguido con Valverde y Quintana, no tiene que ser imposible introducir un tercero que, además, ya ha demostrado que puede trabajar a la sombra de Froome. Basta con darle alas en el Giro.
Algunos medios italianos apuntan que ya está hecho. De momento, solo nos queda esperar. Vaya donde vaya, será un gran refuerzo.
