Por Techo Díaz.- Día para olvidar ayer en los extradeportivo en La Vuelta Ciclista a España, justo en un jornada en que precisamente brilló lo deportivo. El ataque del incansable Contador en un puerto de segunda se vio ensombrecido por tres incidentes que marcaron el día y tuvieron su justo ruido en redes sociales. El imperdonable ataque vandálico al autobus del Aquablue, el cuestionable empujón de un Guardia Civil a un espectador que corría al lado de Contador y la agresión de un aficionado a Maxim Blekov, al que tiró de la bicicleta.
De todos ellos, el que más llama la atención es el tercero, el último además en conocerse. Vean el video del incidente.
— Lorena Banderas (@LorenaBanderas) 31 de agosto de 2017
Es totalmente desconcertante. ¿Por qué aparece una persona y agrede de esa manera a Maxim Belkov, el corredor del Katusha?
Si son ustedes millenials, habrán exclamado WTF, o su versión competa What the fuck! Si son entrados en años, como el que suscribe, habrán proferido un “Qué coño hace este tío”, o bien, dejándose llevar por la rabia, algo sobre la calidad y cantidad de gentuza que puebla las carreteras patrias. No somos primerizos en esto de hacer el ridículo a nivel mundial, como cuando un gaditano intentó robar la bici a un ciclista norteamericano.
Pero si se fijan bien, hay algo raro que llama la atención. En primer lugar, ¿por qué a Belkov? Sin quitarle mérito, no es la estrella de la Vuelta. Probablemente gran parte de los aficionados no sepan ni que la está corriendo. Vale que hay fanáticos del Tropela que igual se están jugando una hamburguesa con sus amigos, pero no suelen llegar a tanto. Tampoco el Katusha, equipo en el que militó hasta hace poco Joaquim Rodriguez y que aún cuenta con un puñado de españoles, es el más odiado del mundo.
Y luego la forma de agredir, de correr atropelladamente… nada tiene sentido.
Y efectivamente así es. La Guardia Civil, que de inmediato redujo al muchacho, ha confirmado que se trata de una persona con problemas mentales. El propio Belkov, en un gesto que le honra (aunque no podía ser de otra forma) ha descartado presentar ningún tipo de acción legal contra él. Además, la cosa acabó bien, sin lesiones, aunque podría haber sido peor. Si pide el de Izhevsk respeto para los ciclistas en la carretera. Al fin y al cabo son los deportistas más expuestos y cercanos a su público. A Ronaldo no te acercas de esta manera, ni tampoco a Gasol, Márquez o Nadal.
Una pena todo lo que sucedió ayer. Sobre todo porque, lo vemos en esta otra toma, un Guardia Civil andaba muy cerca del incidente. Quizás unos segundos antes lo hubiera evitado. Pero no pudo ser, y aunque normalmente solemos pedir mazazo para todos los tontos del haba que corren cerca de los corredores en este caso queremos pedir respeto para una persona que sufre una enfermedad mental. Bastante duro es ya para sus amigos y familiares como para ser ahora el blanco de todas las críticas. Ojalá sirva para concienciar aún más a la población española y mundial sobre las enfermedades del cerebro.
— Lorena Banderas (@LorenaBanderas) 31 de agosto de 2017
El que sí merece toda nuestra condena es el pirómano cabrón que destrozó el autobús del Aquablue. De hecho debería indeminizar a todos los españoles porque, aunque no lo sepa o peor aún si lo sabe, la Vuelta, que se ve en 190 países, es Marca España. Y no mola nada que nos tengan a todos por rompeautobuses.
Our team bus has been completely damaged in a cowardly arson attack over night. No one was injured. Police have arrested a suspect. #LV2017 pic.twitter.com/SI1u449qO6
— Aqua Blue Sport (@AquaBlueSport) 31 de agosto de 2017
Y por último, adjuntamos también video del benemérito que empujó bastante salvajemente a un espectador que corría paralelo a Alberto Contador. Dice Guillén que su actuación fue fruto del incidente anterior con Belkov. Lógicamente, no vamos a defender al aficionado cuando pedido dicho mil veces que no se corra al lado de los ciclistas. Pero también es cierto que el Guardia Civil se pasó un poco de Rambo. Así que dejamos el video del incidente, y tomen ustedes su propia decisión. Eso sí, nunca corran al lado de un ciclista. Primero porque molestan. Segundo, porque se pueden llevar un buen empujón…
And another one… pic.twitter.com/rgWrk9ixTz
— Laura Meseguer (@Laura_Meseguer) 31 de agosto de 2017
