Por Luis Gregoris Gómez – Díganme un sitio donde puedan practicar ciclismo de alta montaña en Europa un 3 de febrero, pedaleando a más de 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar y disfrutando de 20 grados de temperatura… Únicamente cabe la respuesta de Tenerife, y en particular las Cañadas de El Teide. Esta circunstancia se encuentra al alcance de la mano de cualquier aficionado que se inscriba en la II Vuelta a El Teide y que quiera formar parte del reguero de más de 300 retadores que se espera que no solamente hagan frente al colosal volcán canario, sino también al resto de duros puertos y cuestas que forman parte del recorrido.
El reclamo de la prueba de ser Canarias un destino deportivo invernal apreciado mundialmente, se ha potenciado con su presencia en el calendario de la Unión Ciclista Internacional de marchas ciclistas. Habrá representantes de una docena de países, los cuales podrán elegir entre completar un circuito de 92 kilómetros u otro de 163. Ambos estarán presididos por el ascenso de 24 kilómetros hacia El Teide, pero los más osados, optando por el segundo; tendrán que superar otro puerto de categoría especial, el de Masca, cuyos últimos cuatro kilómetros, en torno al 15% de desnivel medio (con rampas cercanas al 20) recuerdan a cimas míticas en el deporte de las dos ruedas.
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A mitad de camino entre la competición y el cicloturismo, el ciclodeporte confiere un reconocimiento a todos los ciclistas que completen el itinerario, usando el término “relación de tiempos por categoría”, tomados por chips, para elaborar unas listas a su llegada a meta sin clasificaciones oficiales. El riesgo radica en que las carreteras no se cortan al tráfico, habiendo únicamente control por parte de voluntarios en los cruces, en aras de evitar accidentes. Por tanto, ha de imponerse el respeto a las normas de circulación a las ansias de volar sobre el asfalto.
El Grupo Deportivo 7 Raid, organizador de la Vuelta, ha encontrado su mayor dificultad “en la consecución de la autorización por parte del parque nacional” para que la prueba lo atraviese sin alterar las condiciones de este espacio protegido, tal y como manifiesta Andrés Gómez, director técnico de la misma. “El año pasado, los participantes valoraron el trato cercano que les dimos. Somos deportistas y conocemos las necesidades que se tienen”. Gómez manifiesta que no han recibido ninguna ayuda institucional, pero, a cambio, han recibido el apoyo de la firma Trek, en forma de proporcionar la presencia del campeón del Tour de Francia 2006 Óscar Pereiro.
El Grupo Deportivo 7 Raid no cesará su actividad en el plano organizativo, puesto que poco después, el 28 de abril, se celebrará la igualmente ciclodeportiva Teide 360, prueba de montaña también en las Cañadas de El Teide, pero, en este caso, por pistas forestales.
