Por Techo Díaz.- La Federación de Ciclistas Europeos está preocupada, y mucho, por el incremento de la polución en el aire, así como por el desarrollo de mejores y más seguras vías ciclistas que contribuyan a la normalización de este deporte que es a al vez medio de transporte. Preocupaciones que compartimos y suscribimos al 100%.
Lo que no sabíamos es que se podía hacer tanto por tan poco, como nos ha demostrado un reciente estudio de la citada federación. Si se invirtiese un máximo de 10 euros por persona en los principales 9 países de Europa se podrían construir 18.200 kilómetros de carriles bici de buena calidad y 3.650 kilómetros de autopistas ciclistas (o carriles bici de mayor anchura y comodidad)
Y no solo eso, tras su construcción se ahorrarían cada día 400.000 kilómetros de trayectos en coche, lo que supone el equivalente a 16.000 toneladas de dióxido de carbón.
Por ello, la federación ha mandado una carta al Comisario Europeo de Medio Ambiente, Karmenu Vella, y a los ministros del ramo de 9 países instándolos a cumplir la normativa europea de calidad del aire.
Las inversiones en el ciclismo -sostiene la federación- no solo mejorarán la calidad del aire y salvarán miles de vidas, sino que también generarán enormes beneficios para la salud pública a través de la actividad física. Un estudio reciente realizado en toda la UE estimó que si 167 ciudades europeas mejoraban su red de infraestructura para bicicletas y lograban una implicación ciclista del 24,7%, se podrían evitar más de 10.000 muertes prematuras anualmente.
“La muerte prematura de 400.000 ciudadanos en toda la UE, causada por la mala calidad del aire, es inaceptable. Contrariamente a las soluciones políticamente muy controvertidas, como la prohibición de conducir automóviles diesel o la adaptación de filtros de partículas diesel, las inversiones en ciclismo cuentan con un fuerte respaldo popular, son fáciles de implementar y, por lo tanto, mostrarían un efecto casi inmediato”, concluye la ECF.
