Por Techo Díaz.- Para los más pro, 100 kilómetros no es una distancia especialmente dura. Pero hay etapas del Tour que tienen menos que eso. En realidad, la dureza de una carrera no la hace tanto el terreno como el ritmo, y ese es desde luego el modelo por el que están optando organizadores de grandes carreras como ASO (dueño del Tour y la Vuelta).
Pero dejando de lado a los pro, 100 kilómetros es una distancia considerable para la mayoría de los ciclistas. Tengamos en cuanta que cada año se venden un millón de bicicletas en España. Según los datos de 2016, “solo” hay 75.871 federados en ciclismo (72.059 hombres y 3.812 mujeres). Quedan por tanto, a ojo de buen cubero, unas 925.000 personas que van en bici y no están acostumbradas a recorrer largas distancias. Un centenar de kilómetros es un buen reto para comenzar a disfrutar de las carreras.
Eso es principalmente lo que propone El Gran Reto 2018 organizado por la revista Correcolari, que este año cumple su XXIV Edición. La prueba, con mucha solera ya entre el circuito madrileño, nació un poco a romolque de su homóloga 100 kms a pie, que deben ser completados en 24 horas. Para la prueba ciclista hay un tiempo máximo de 10 horas, y también hay una versión de Duatlón, sobre la misma distancia en 24 horas.
La salida se da el sábado 9 de junio a las 12 horas y la llegada deber ser, en el caso de la bici, antes de las 22 horas. El recorrido parte de la localidad de Colmenar Viejo (Madrid), se dirige hacia Manzanares el Real, regresa a Colmenar Viejo, recorriendo los parajes de la Cuenca Alta del Manzanares llega a Tres Cantos, continúa a San Sebastián de los Reyes, vuelve a Tres Cantos y finaliza en Colmenar Viejo.
La filosofía de la prueba no es en modo alguno competitiva, sino motivacional. Lo que se trata siempre es de terminar, de competir contra uno mismo. El reto es exigente, pero posible: atravesar la Comunidad de Madrid por vías pecuarias.
Y lo cierto es que la participación no deja de crecer. Más de 3.000 inscritos en ocasiones anteriores, de los que solo logran terminar el reto entre un 40 y el 51% de los inscritos. Cabe aclarar que la mayor parte de ellos participan en el reto a pie, donde la exigencia es mayor, pero tampoco es manca para los ciclistas. Dependerá como siempre del grado de preparación y la forma con la que afrontes el reto. El Tío del Mazo anda siempre acechando y puede aparecer en la cañada menos pensada.
En cualquier caso, lo importante es disfrutar. Hay también una prueba de 31 kilómetros para los que lo deseen y, lo más importante, una jornada de asueto entre deportistas de varias disciplinas. Un bonito plan para una mañana de junio. Si os interesa saber más sobre el tema, inscripciones aquí.
