Por Techo Díaz.- Faltan apenas unos días para que se dispute el Mundial de Innsbruck y una pregunta flota en el ambiente: ¿es el más duro de la historia del ciclismo?
Parece claro, a tenor del recorrido, que se trata del más selectivo de todo el siglo XXI, el más duro en años, pero ¿cuáles son sus precedentes? ¿Será la carrera del domingo más dura que aquella que hizo grande a Hinault en 1980 o la que vimos ganar a Olano con una rueda pinchada en Colombia?
La respuesta, como siempre, está en la vara de medir. Es difícil dirimir esta cuestión porque la dureza dependerá del ritmo que quieran o puedan poner los corredores, de la climatología (que no se anuncia mala) y de muchas otras circunstancias de carrera. El circuito se las trae, pero también ha habido precedentes duros en la historia de esta carrera.
La propia UCI publicó hace unos días un gráfico donde clasificaba a los mundiales por metros de desnivel. En este gráfico, la cita de Innsbruck no pasaría de la décima posición, superada incluso por el Mundial de Benidorm que ganó Gianni Bugno en 1992. El primer puesto sería para el Mundial de Nurbrurgring, donde ganó Rudi Altig, y en segundo lugar estaría el inolvidable arcobaleno de Abraham Olano, escoltado por Miguel Indurain y Marco Pantani.
Pero no solo los metros de desnivel hacen la dureza. Como decíamos, hay muchos otros factores y por la red han circulado estos días otras clasificaciones, como la realizada por el blog especializado Lasterketa Burua, que analiza la dureza de los circuitos, y sí coloca a Innsbruck en primera posición, escoltado por Sallanches y Solingen (Bobet, 1954). Son métricas que difieren bastante de la publicada por la UCI.
Especialmente en lo que al mundial de Sallanches se refiere, una prueba que persiste en el imaginario ciclista como una de las más duras de la historia, con victoria de un exultante Bernard Hinault y tercer puesto del gran especialista en mundiales de nuestro país, Juan Fernández. También se cuela en la lista el recordado mundial de Florencia, donde Purito y Valverde se quedaron cerca del oro de Rui Costa. Esto es así porque esta segunda lista analiza los circuitos mundialistas, no toda la prueba. La de Florencia tenía bastantes kilómetros de llano antes de encarar el circuito donde se desató la guerra final.
Pero hay más formas de medir la dureza de un mundial. Como la que porpone el blog Gelateria Aprica: el porcentaje de abandonos. Aunque se pueden deber como es lógico a mil causas, no es menos cierto que la dureza de un recorrido impulsa a un mayor número de ciclistas a bajarse de la bicicleta. ¿Sabían por ejemplo que en la recordada cita de Duitama solo 20 corredores acabaron cruzando la meta?
Y no fue el año que menos. Ése fue precisamente el Mundial que ganó Bernard Hinault en Sallanches, con plata de Baronchelli y bronce de Juan Fernández. Aquel año solo 15 ciclistas cruzaron la línea de meta.
Mondiaux 1980, Sallanches
Les derniers hectomètres de la course de Bernard Hinault, qui mettait fin à 18 ans de disette arc-en-ciel pour le cyclisme français. pic.twitter.com/wIz2dn1d4e
— David Guénel (@davidguenel) 25 de septiembre de 2018
En esta clasificación de los abandonos no juega Innsbruck, claro. Es demasiado pronto para saberlo. Pero el segundo puesto lo ostenta la edición de 1995, aquel mundial colombiano que terminó con abrazo entre Miguel Indurain y Abraham Olano, casi poniendo fin a primera la gran edad de oro del ciclismo español. El tercer puesto es para la cita de Chambéry, montañosa edición que concluyó en la capital de la Saboya Histórica con victoria de Greg Lemond.
Los parámetros medidos cambian, pero en líneas generales se repiten las citas: Sallanches, Duitama, Chambéry, Nurbrurgring, Montreal, Lugano y por supuesto Innsbruck. Y un poco más abajo, Florencia y Benidorm, citas muy recordadas en España.
Hagamos un rápido repaso por los ganadores: Bernard Hinault, Abraham Olano (con Indurain segundo y Pantani tercero), Greg Lemond, Eddy Merckx, Johan Musseuw, Rui Costa, Gianni Bugno… Leyendas del ciclismo.
¿Cuál de ellos fue el más duro? ¿Superará la ciudad tirolesa a sus predecesores? La solución, en sus pantallas el próximo domingo.
