Movistar en el Tour, ¿policefalia o todos para Superman?
Alejandro Valverde, Enric Mas, Miguel Ángel López, Marc Soler, Iván García Cortina, Carlos Verona, Imanol Erviti y Jorge Arcas. Un reparto de lujo para la tercera temporada de El Día Menos Pensado y también un equipazo al Tour. Al menos sobre el papel.
La cosa se complica si, como parece, el objetivo es ganar el Tour, o cuando menos luchar por el primer puesto sub-esloveno, esto es, el tercer cajón del podio. Movistar luchará por brillar en la clasificación general con varias bazas de renombre. El quinto en la general del año pasado, el sexto en la general del año pasado, el hombre que fue capaz de birlarle una etapa a Armstrong en el Tour de 2005…
Lo que viene siendo policefalia. Ya no tres -que no acabó de cuajar en la época de Quintana y Landa- sino un mínimo de 4, porque Marc Soler, que vio el suelo en las carreteras italianas, tiene al menos las mismas ganas que sus compañeros-contendientes y tratará de brillar, al menos, hasta que la carretera diga lo contrario.
Porque los años pasan, pero el eusebismo sigue fiel a sus principios. Más allá de lo que vayan a decir en la rueda de prensa de mañana, Movistar jugará con varias bazas. Todo parece indicar que Superman López, el único colombiano en un equipo de 7 españoles, es el que llega con más opciones a la cita, o con mejor preparación. Pero será la carrera quién decida el líder, quizás en la etapa 18.
¿Estrategia equivocada? Muchos bramarán que sí, y no les faltará razón, pero bendito problema que le gustaría tener a más de uno. La suerte juega un papel importante en este deporte, y las caídas y averías también juegan. Apostar todo a una baza cuando tienes varias de partida, con el riesgo de perderlas en un enganchón de rotonda supone mucho riesgo, más quizás de lo que pueda asumir Movistar.
Otra cosa sería, claro, que apostasen por etapas, pero piénsenlo bien. Si tú tienes un corredor que está entre los 5 o 6 mejores del mundo tienes serias opciones de alcanzar el podio. Lo normal es que lo hagas. Pero ganar etapas, aún teniendo excelentes cazadores como Soler o Cortina, es mucho más complicado. Especialmente en el Tour, donde las escapadas, al contrario que en el Giro o la Vuelta, son una especie en extinción.
