¡Lo consiguió! Vaya triunfo impresionante de Enric Mas en el Giro dell’Emilia. El final de temporada que está firmando este corredor en particular y Movistar Team en general es para quitarse el sombrero. Después de muchos meses de penurias, sin oler las primeras plazas en ninguna carrera y tirando de calculadora por los dichosos puntos en las cuentas del descenso… al final le van a sobrar los números.
Enric Mas ganó en Italia a lo grande. No es precisamente el mallorquín un corredor que se destaque por su facilidad rematadora. Mucho menos aún en este tipo de Clásicas, donde hay que tener una chispa especial para ser el mejor. Pero el estado de forma que arrastra después de La Vuelta lo está sabiendo mantener en estas carreras italianas de final de temporada.
El de Movistar Team logró uno de los triunfos de más quilates de su carrera deportiva. Como decimos, es cierto que no tiene muchos. Pero sí que sabe lo que es ganar, sin ir más lejos, en La Vuelta. Sin embargo, lo de este fin de semana en Italia es muy importante. Ya no solo por ganar después de tener el OK de un Valverde que otra vez estuvo en la pomada, sino por las maneras. El cómo lo hizo.
🤗 La alegría de un triunfo memorable para @EnricMasNicolau y todos los que formamos Movistar Team en el 🇮🇹 #GirodellEmilia.
¡Felices de cómo están yendo las cosas en este tramo final de temporada; a por más! 👊💙#RodamosJuntos pic.twitter.com/5RmfkeYDoq
— Movistar Team (@Movistar_Team) October 1, 2022
Por allí, en el grupo de los mejores cuando la carrera estaba en su punto álgido, estaba un tal Tadej Pogaçar, ese niño que parece imbatible. Rigo Urán, Molard, Storer, Padun, Carlos Rodríguez… la lista de corredores de nivel era grande, pero sobre todo estaba el esloveno. Se juntaron en un grupo decisivo con Pozzovivo y ahí, en el cuerpo a cuerpo, sorprendentemente el mejor fue Enric.
Atacó (como en La Vuelta) y se marchó en solitario una primera vez. Fue cazado pero insistió y volvió a marcharse. En esta ocasión ya no volvieron a verle hasta meta. La sensación de poderío del mallorquín fue brutal. Levantó los brazos y celebró. Todo esto parecía impensable hace unos meses cuando tuvo que bajarse de la bici en el Tour de Francia totalmente bloqueado física y mentalmente. El trabajo hecho desde entonces es impagable y su milagrosa recuperación, digna de admirar.
¿El único ‘pero’? Que esta exhibición no ha llegado en el Tour o en La Vuelta. Lastimosamente, en España, para el público en general todo lo que se salga de aquí prácticamente no existe. Sí para el aficionado especializado, pero no para el gran escaparate. Da igual. Eso no le resta ni un ápice de mérito a su victoria.
