Si buscas bien, Internet está lleno de joyas. Como esta concentración del equipo Reynolds en Panticosa en enero de 1.985. Era el primer año como profesional del futuro ‘Extraterrestre’ y, cosa bastante significativa, el documental empieza con su figura, a pesar de que entonces contaba solo con 20 años.
Ese mismo año, con solo unos meses en el profesionalismo, se convertiría en el ciclista más joven en portar el maillot amarillo de la Vuelta, el mismo que a la postre acabaría en la espalda de uno de los estandartes de ese equipo en el que, sin embargo, no corrió en el año 1.985. Tras una excelente prólogo en el que quedó segundo, Miguelón pudo vestir la prenda de líder hasta la sexta etapa, que concluía en los Lagos de Covadonga.
Aunque lo más interesante, en realidad, es ver el video para constatar cómo han cambiado las cosas en los últimos 37 años, desde el propio ritmo de la pieza gráfica a las actividades que se realizaban en pretemporada.
Y es que comienza el video con los ciclistas cogiendo los esquíes para practicar este deporte en la nieve, algo que hoy estaría totalmente prohibido. No porque ambos deportes combinen mal (basta ver el caso del saltador Roglic), sino por el riesgo de lesiones inherente al esquí.
A pesar de la tediosa música que acompaña a la pieza, el video está lleno de estampas imperdibles, en las que podemos ver a un grupo de muy jóvenes ciclistas en modo pretemporada. No en vano, el más veterano del grupo era Carlos Hernández, con solo 26 años.
En la plantilla podemos ver a Eduardo Chozas (el video está alojado en la página de YouTube del Chozas Team); José Luis Laguía; Iñaki Gastón; Enrique Aja; Eduardo González Salvador; Guillermo Arenas; Rubén y Julián Gorospe; Navarro Fuster; Álvaro Fernández; Celestino Prieto; Jesús Hernández Úbeda y los citados Miguel Indurain y Carlos Hernández.
Tras el esquí de fondo, los ciclistas se dan un baño en aguas termales para relajar la musculatura y cogen una furgonetilla con estética total del Equipo A para hacer un poco de bici en Biescas y rodar con sus Pinarello.
Pero no cuento mucho más, que todo serían spoilers. Lo mejor es verlo con vuestros propios ojos y escuchar lo que aporta un pulsómetro de manos de José Luis Laguía.
