En el Tour de Francia, si te vistes de amarillo te regalan un león de peluche. Pero en el Tour de Romandía si ganas es mucho mejor. Te llevas un queso suizo. Así que es normal que este año, como en ocasiones precedentes, se haya desatado una guerra de poder a poder para hacerse con la preciada pieza. Una guerra, en la que como empieza a ser habitual esta primavera han tenido una protagonismo especial dos españoles, con victoria para el de Granada.
Carlos Rodríguez conquistó ayer su primera general en una prueba World Tour, privando del triunfo a su compatriota Juan Ayuso, que llegó a vestir de líder tras la segunda contrarreloj, y a otras estrellas como Vlasov, Van Wilder, Enric Mas y Richard Carapaz. No se lo pusieron fácil las estrellas del Bora al capo del Ineos, con un sorprendente Lipowitz acabando en el podio de la montañosa prueba suiza.
Pero claro, cuando tienes 23 años y trabaja para ti un ganador del Tour, la vida se ve de otra manera. Y es que el concurso de ese ser sobrenatural llamado Egan Bernal ha sido determinante para su victoria. El renacido astro colombiano no tuvo reparo alguno en trabajar para el de Almuñecar para amarrar una victoria valiosísima para su equipo, que suma dos excelentes noticias en Suiza.
Una, que Carlos Rodríguez es, pese a su juventud, un líder solvente y con garantías, capaz de todo y más en el próximo lustro. Dos, que Egan Arley Bernal, que a punto estuvo de dejar el ciclismo para siempre en una aparatosa caída en la que rompió absolutamente todo, está de vuelta. No ha sido un espejismo en los nacionales de su país, ni en la Volta a Catalunya. Está en todas las carreras y eso es poco menos que un milagro.
Para el ciclismo español, esta es la tercera gran noticia del año. O mejor dicho, de los últimos años. Porque desde que se retiraron Purito, Valverde y Contador, apenas habíamos vuelto a ganar la general de ninguna prueba por etapas de categoría World Tour. Marc Soler en Niza. Ion Izagirre en Polonia (prehistoria, año 2015) y el País Vasco. Cinco años sin subir a lo más alto del podio en carrera alguna de la primera categoría.
Y este año ya van dos. Ayuso en Cataluña y Rodríguez en Suiza, sin olvidarnos del valiosísimo triunfo de Juanpe López en el Tour de los Alpes. Cierto que ninguna de estas carreras la han podido acabar los cuatro grandes capos del ciclismo. Pero no lo es menos que, cuando los Pogacar, Vingegaard, Evenepoel y Roglic desaparecen de la ecuación, la carretera ya es de los nuestros. Con 21 y 23 años no está nada mal. Saber qué les deparará el destino en un deporte tan marcado por las caídas es ciertamente imposible, pero una cosa quedará ya para la historia. 2024, el año que empezaron a ganar generales.
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