Por Techo Díaz.- Bueno, a decir verdad no se las pone al equipo de Fernando Alonso, si no a cualquier persona que quiera invertir en ciclismo, en plan “ahoguemos nuestro deporte” y todo eso. Las nuevas medidas que estudia la UCI afectarían por igual al piloto asturiano y al excéntrico Oleg Tinkov, y supondrían que ningún equipo de nueva creación pudiese correr el Tour antes de 2016 en el mejor de los casos.
Tal como explica Velofutur en una serie de documentados posts, la reforma que estudia poner en marcha la Unión Ciclista Internacional (UCI) estudia poner trabas a cualquier equipo de nueva creación, sea cuál sea su potencial mediático o económico, y ello implicaría que las escuadras de Alonso y Tinkov tendrían que empezar corriendo en una especie de 2ª división, lo que limitaría su acceso a las grandes vueltas por etapas.
La nueva reforma pretende dividir el pelotón en equipos de primera, segunda y tercera división, con un sistema de ascensos y descensos parecido al del fútbol. Los nuevos equipos no podrían empezar nunca en primera división, lo que implicaría que FACT, la nueva escuadra creada por Alonso, empezaría directamente en segunda división. Allí se tendría que batir el cobre con otros equipos de gran nivel e incluso con otro gran equipo como podría ser el que ha prometido crear el millonario ruso Oleg Tinkov. Y sólo uno de ellos podría subir, por lo que únicamente en el mejor de los casos el equipo de Alonso podría correr en 2016 las principales carreras del calendario.
Cabe aclarar que la reforma en cuestión no ha sido aún aprobada al 100%, pero sí ha definido muy bien sus líneas maestras. La aprobación total, de producirse, se llevará a cabo el 15 de enero de 2014, cuando el nuevo reglamento sea aprobado por el Comité Director de la UCI (Unión Ciclista Internacional) y el CCP (Consejo de Ciclismo Profesional). Entre los encargados de ponerla en marcha figuran los organizadores de las grandes vueltas (ASO, RCS, etc), clásicas, competiciones en Canadá y China, la Asociación de Equipos y el Sindicato de Ciclistas.
Visto lo visto, y corriendo los tiempos que corren, parece claro que lo que menos se ha usado a la hora de concebir esta reforma es la cabeza. Son tiempos duros para el ciclismo, no sólo en España, y cada vez cuesta más conseguir un patrocinador que apueste por este deporte. Si se cierra la entrada a Fernando Alonso, o al que, con todos sus pros y sus contras, pasa por ser el Roman Abramovich del ciclismo, flaco favor se está haciendo a una disciplina tocada por la sombra de la duda, que cuenta con cada vez más amantes, practicantes y seguidores a nivel mundial, pero con menos gente dispuesta a arriesgar su dinero en apoyarlo.
La reforma tiene cosas buenas, no crean, como la obligación de que los 16 equipos de Primera División tengan un filial corriendo en tercera división. Eso es un paso muy bueno para los jóvenes talentos, que tendrán así más posibilidades de llegar a correr con los mejores. Pero hay cosas que merecen la pena ser pensadas. Cerrar la puerta a los patrocinadores no parece ser, hoy por hoy, la medida más acertada.
