Por Techo Díaz.- La reciente boda de Peter Sagan ha causado revuelo. No esperábamos menos. Un personaje tan mediático como creativo no podía casarse de cualquier manera, así que ha aprovechado para pasárselo- según confiesa- de puta madre y de paso lanzarle algún mensaje a los que le criticaban por la tan comentada escena del culo de las azafatas.
Así, tras desposarse con su prometida Katerina Smolkova, el campeón del mundo de ciclismo ha posado de esta guisa en su perfil de la red social Instagram.
No hace falta ser muy retorcido para interpretar que el ciclista eslovaco hace con ello un guiño a los que le acusaron de machismo por los culos tocados en 2013, en el Tour de Flandes y en el E3 Herelbeke. Entonces Sagan pidió perdón a través de su cuenta de Twitter, pero ahora ha vuelto a utilizar otra red social, Instagram, para tocar a su mujer y compartirlo con todo el mundo.
La foto en realidad es bonita y hasta delicada, nada ver con las gamberradas que hacía con 23 años, y cuenta evidentemente con el permiso de su esposa, que, entendemos, será cómplice del asunto.
La boda, asu vez, tampoco tuvo desperdicio. Peter se atavió para la ocasión como un noble eslovaco a modo de conde de cuento y realizó un curioso ritual: cortar con una motosierra un tronco que simbolizaba la puerta que bloqueaba su camino a la casa de Smolkova.
Y ojo a las fotos que publica el medio eslovaco Sport.sk. Espectáculo circense en toda regla con instantáneas impagables de la pareja tras su ceremonia.
Ídolo en modo master para algunos, reencarnación del mal para otros, lo cierto es que Peter Sagan sigue dando mucho juego. Y su boda no ha sido una excepción.