No todo el mundo lo sabe, pero en los años de la Guerra Fría se disputaba, al otro lado del Telón de Acero, una carrera similar a lo que aquí era del Tour de Francia. Pocos eran los que tenían la oportunidad de correrlo, como pocos eran los que entonces viajaban a tierras del Pacto de Varsovia, pero en 1975 un equipo español se presentó en aquella competición, que se llamaba Carrera de la Paz. Entre ellos estaba Juan José Moral, que ganó la segunda etapa de la competición, con final en el estadio de Gera (RDA)
Fue uno de su mejores triunfos como ciclista. También participó en los Juegos Olímpicos de Montreal (entonces los profesionales no podían acudir, solo los amateurs) y en el Campeonato del Mundo de 1974. Y fue campeón de España de ciclismo en ruta sub 23. Todos esos logros los consiguió en el campo aficionado. Cuando iba a dar el salto al profesionalismo, tuvo mala suerte. Iba a hacerlo con el SuperSer y el equipo se desmanteló a raíz de una polémica desatada por el impulsivo Luis Ocaña. Después, Agustín Tamames le llamó para su nuevo equipo, pero al final el equipo no salió. Moral decidió colgar la bicicleta.
Su trayectoria sin embargo, ha servido para inspirar una novela. La que ha escrito su hijo, Juan Moral Cibrián, donde se mezclan hechos verídicos y reales. Porque la Carrera de la Paz, el Tour de los países comunistas, existió y sirve como escenario de una novela de espías donde un equipo ciclista español (a Moral padre le acompañaron otros cinco corredores) se convierte en la pieza clave de una partida a escala internacional.
El argumento de la novela
Max Werner, piloto de combate e hijo de un alto funcionario de la Stasi, es sorprendido con información secreta sobre armamento nuclear oculto en una base militar soviética en territorio de la República Democrática Alemana, convirtiéndose en prófugo y enemigo del Estado.
En 1975, la selección española de ciclismo acude por primera vez a Berlín Este para participar en la Carrera de la Paz, el evento deportivo más importante al otro lado del Telón de Acero. El seleccionador, Ramón Ibarburu, es reclutado por el MI6, el Servicio Secreto británico, con la misión de ocultar a Max Werner, infiltrado como traductor del equipo español, y ayudarlo a huir a Occidente. Aprovechando la cercanía de la frontera, el objetivo es sacarlo de Europa del Este con el pretexto de comprar material Campagnolo en la tienda más cercana de Berlín Occidental, dado que es imposible hacerlo en los países socialistas.
Comienza entonces una lucha contra el reloj, mientras las etapas y los contratiempos se suceden por carreteras de la RDA, Checoslovaquia y Polonia. El agente de la Stasi Ottmar Klein, joven ambicioso, sigue los pasos de Max con la intención de capturarlo y catapultar su carrera. Chapman, el agente “Águila”, al mando de una célula de espías británicos en Alemania Oriental, hará todo lo posible para proteger a Max y a Ramón del acoso de las temibles agencias de seguridad comunistas, procurando llevar a buen puerto la Operación Super Record.
La novela promete emoción y ciclismo, sobre la base de un carrera tan desconocido como -a ojos del lector de hoy- legendaria. Una buena opción para quienes busquen alternativas a los textos de siempre.
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