Que Palma es una de las ciudades más bellas del Mediterráneo no lo duda prácticamente nadie, a tenor por el número de turistas que desembarcan cada año en la capital de Baleares. Además de ser un negado para los números, habría que tener muy mal gusto para negar semejante evidencia.
Lo que no todo el mundo hace es descubrirla en bicicleta. A pesar de que la isla es ya el principal destino mundial del cicloturismo, quienes allí de desplazan los hacen más por recorrer las carreteras de la isla (con sol, montañas, playas y, si te informas bien, carreteras sin excesivo tráfico) que por dar una apacible paseo en bicicleta por la ciudad de Palma.
Pero la ciudad ofrece diversas rutas que permiten explorar sus rincones más icónicos, combinando deporte y turismo de una manera perfecta. Desde la Oficina de Turismo de Palma recomiendan estas cuatro.
1- Ruta del Paseo Marítimo: ciclismo con vistas al Mediterráneo
Con aproximadamente 15 km de recorrido, esta ruta es perfecta para disfrutar de un paseo relajado junto al mar, con vistas ininterrumpidas al Mediterráneo y a la majestuosa catedral, la única del mundo que se refleja en el mar. A lo largo de la ruta, se pueden encontrar numerosos puntos de interés como el Parque de la Mar, el puerto deportivo, y las playas cercanas, lo que permite realizar paradas para descansar y disfrutar del entorno.
2- Ruta hacia el Castillo de Bellver: ciclismo con vistas panorámicas
Para los ciclistas más aventureros que buscan un reto físico y la recompensa de unas vistas espectaculares, la ruta que sube al Castillo de Bellver es una opción excelente. Este trayecto parte desde el centro de Palma, cruzando el Paseo Marítimo, y sube hasta una colina donde se encuentra el icónico castillo, uno de los pocos en Europa con planta circular. La ruta ofrece unas impresionantes vistas panorámicas de la ciudad, la bahía y la Serra de Tramuntana al llegar a la cima hacen que el esfuerzo valga la pena.
3- Ruta de los barrios: descubre el lado auténtico de Palma en bici
Más allá de las rutas turísticas, explorar los barrios locales de Palma en bicicleta es una forma fantástica de conocer la ciudad desde una perspectiva diferente. El barrio de Santa Catalina, conocido por su ambiente bohemio, y el de El Molinar, con su ambiente marinero, son paradas recomendadas en esta ruta alternativa. Comenzando en el centro de la ciudad, los ciclistas pueden dirigirse hacia estos barrios pasando por el Parc de Sa Riera, un pulmón verde en medio de la urbe ideal para disfrutar de un paseo más relajado y alejado del tráfico.
4- Ruta hacia la Playa de Palma: ciclismo en la costa este
Este trayecto, de aproximadamente 12 km, conecta el centro de Palma con una de las playas más conocidas, la Playa de Palma. A lo largo del recorrido, que sigue en gran parte la costa, los ciclistas pueden disfrutar de paisajes cambiantes, desde zonas urbanas hasta áreas más abiertas con vistas al mar. Esta ruta es perfecta para quienes buscan disfrutar de una mañana de ciclismo y terminar el paseo con un refrescante baño en el mar o relajarse en uno de los chiringuitos de la playa. El camino cuenta con carriles bici bien definidos, lo que lo hace seguro y accesible para ciclistas de todos los niveles.
Un destino para el deporte al aire libre
Palma se reafirma como un destino ideal para el turismo activo. Además, en otoño se realizan diferentes actividades deportivas en la ciudad, desde actividades gratuitas para principiantes hasta eventos competitivos para los más experimentados. Ya sea sobre dos ruedas o a pie, el otoño en Palma ofrece una oportunidad única para disfrutar del turismo activo en un entorno incomparable.