Sprint masivo y la corona sin dueño
Etapa llana, con algunos tramos en los que el viento entraba de costado y con una carretera más o menos estrecha que pudo acarrear algún quebradero de cabeza para alguno de los favoritos a la victoria final; y digo pudo, porque a parte del nerviosismo vivido en el seno del pelotón, todo esto se quedó en una verdadera anécdota. Este fue el elemento de mayor relevancia –con todo el respeto al ganador – en la etapa de la Vuelta 2010, disputada en el día de ayer con llegada en Lorca. Desde los primeros kilómetros el pelotón dejó hacer a un grupo de escapados y en los kilómetros finales impuso su inercia y fuerza para absorber a los aventureros; lo lógico en este tipo de etapas. Hasta ahí todo normal.
Digo que hasta ahí todo normal porque, a partir de ahí, los equipos de los sprinters tuvieron que tomar las riendas de la carrera y surgieron las dudas y se dejaron ver las vergüenzas de unos y otros; mejor dicho, más estos que de aquellos, y con estos me refiero al todopoderoso Columbia que está demostrando no ser capaz de controlar la carrera en sus últimos kilómetros para que su matador, The Man of Man (Marck Cavendish) pueda imponer su excepcional velocidad punta. Todo esto tiene su explicación, tan simple como que el equipo que Columbia ha traído a la Vuelta no tiene la entidad del año pasado o el que ha corrido el Tour. Valga como ejemplo que la guardia pretoriana de confianza del hombre de la isla de Man (Renshaw, Tony Martin, Eisel) no están en carrera y el británico no parece lo mismo sin sus pretorianos, desde luego.
Con este panorama, que por otro lado ofrece mucha más emoción e incertidumbre en las llegadas, la etapa de ayer se la adjudicó Farrar, por delante de un brillante Koldo Fernández, que está en un muy buen estado de forma y que puede dar alguna alegría la Euskaltel en esta vuelta, y del propio Cavendish que cometió un error de novato, no midió bien la distancia y se desfondo mucho antes de la línea de meta.
Ahora bien, de estas primeras llegadas masivas de la vuelta podemos sacar una conclusión muy clara, y es que de momento, el trono y la corona de rey de la velocidad está vacante. Para el espectador muy bueno, porque la terna de corredores que optan a este puesto, viendo los equipos de los velocistas en la situación que se encuentran, puede ser muy, muy larga, (Petacchi, Hushovd, Farrar, Hutarovich, Freire, Koldo Fernández, Cavendish….) tanto como llegadas masivas haya, y cualquier corredor con buen final que logré llegar bien colocado al último kilómetro puede intentarlo. En cualquier caso, nos vamos a divertir y eso para el espectador es positivo, la desorganización de las llegadas, radica en una mayor emoción e incertidumbre sobre quien se impondrá.
Para finalizar, me vais a permitir una reflexión. En estas fechas, con el campeonato del mundo en la mirilla de muchos de los hombres rápidos, con el punto de forma óptimo exprimido en el Tour y con equipos no tan potentes para controlar las llegadas como en el caso de la ronda gala, se abre un abanico interesante de aspirantes al título de rey de la velocidad. A algunos les gustará más, a otros menos, ya sabemos para gustos los colores; lo que tenemos claro desde El Tío del Mazo es que nos vamos a divertir y las cañas que se juegan en torno a quien ganará la etapa van a estar mucho más repartidas; pero sobre todo, las disfrutaremos y veremos si al final de la vuelta ya tenemos al candidato óptimo para adjudicarle la corona de la velocidad, que de momento, está vacante y poco claro en la Vuelta.
Por Un señor de Toledo