Por Un Señor de Toledo.- Todavía con el mal sabor de boca, tras conocer que Perico Delgado no comentará este año el Tour de Francia en TVE, y con la sensación de que las tardes de este inicio de verano no van a ser lo mismo sin los comentarios de Perico junto a Carlos de Andrés, nos dejan una sensación rara, así como que el Tour sin Perico es menos Tour.
Sin sobreponernos todavía de esta mala misiva, tenemos que comenzar a hablar y comentar lo que va a ser este Tour, como se suele decir la vida continua, y el Tour también. Para ello, contaremos con el análisis de las etapas que se van a disputar en la carrera francesa. Os iremos desgranando lo que se van a encontrar los corredores a los largo de los 21 días de carrera.
En la edición centenaria de la carrera ciclista por etapas más importante del mundo se ha elegido la isla de Córcega como punto de inicio de la Grand Boucle. Serán tres las etapas que se disputen en Córcega–la primera llana y las otras dos de media montaña–. Para los favoritos, el objetivo de esta travesía por la isla será salvar los muebles y salir indemnes de un terreno que no va a ser fácil, porque son carreteras estrechas, reviradas y de sube y baja continuo. A esto hay que unirle los habituales nervios de los primeros días de carrera, que pueden provocar más de una caída y que, como se suele decir, en este terreno nadie va a ganar la carrera, pero sí que se puede decir adiós por alguna de estas circunstancias.
Nervios, carreteras estrechas y reviradas, los gregarios luchando a brazo partido por llevar bien colocados a sus líderes y los perfiles de las dos etapas de media montaña, son factores peligrosos y a tener muy en cuenta en estas tres primeras etapas del Tour de 2013.
La primera de ellas, de 213 kilómetros, que se disputará el sábado 29 entre Porto-Vecchio y Bastia,
no cuenta con ninguna subida destacable, pero como podéis ver en el perfil es como una sierra con pequeños dientes, lo que nos indica que a pesar de tener subidas largas y duras, continuamente están subiendo y bajando pequeños repechos. Puede ser la primera opción para los hombres rápidos del pelotón y la primera pista para descubrir los velocistas que mejor llegan a ronda francesa.
La segunda etapa entre Bastia y Ajaccio, la del domingo 30 de junio, cuenta con 156 kilómetros y, sobre el papel, puede ser una etapa muy nerviosa. Con un kilometraje relativamente corto y cuatro cotas de montaña –una de segunda categoría y tres de tercera- con las fuerzas intactas de los corredores, se convierte en un día peligroso de verdad para los favoritos de la carrera. Buen día también para las escapadas, pero hay que tener en cuenta que la subida más dura del día se corona a 60 kilómetros de meta, terreno suficiente para que los equipos de los velocistas trabajen y propicien una nueva llegada al sprint.
La última de las etapas de Córcega, la que se disputará el lunes 1 de julio, con 145 kilómetros de recorrido entre Ajaccio y Calvi, es muy parecida a la anterior, pero con una salvedad importante. Cuenta con cuatro cotas de puntuables –una de segunda categoría, dos de tercera y una de cuarta-, pero la principal diferencia con la etapa del día anterior, es que la cota más dura, la de segunda categoría se corona a sólo 13 kilómetros de meta, que además corresponden al descenso del Col
de Marsolino, por lo que aquí es mucho más difícil que se llegue al sprint. Además, mucho ojo, porque incluso los favoritos podrían empezar a enseñar sus cartas e intentar sacar tajada de este interesante final de etapa.
