Por Techo Díaz.- Era algo que se veía venir, la historia de un fritura anunciada. Ayer Alberto Contador y Bjarne Riis anunciaron que el equipo Saxo Bank continuará en 2014 sin el patrocinio del magnate ruso y con la vista puesta en el Tour de Francia y la Vuelta a España, que el de Pinto ha confirmado que quiere correr y ganar a toda costa.
En rueda de prensa, el madrileño evitó cualquier tipo de mención al hecho de que el multimillonario ruso se entretuviese ahora en la cocina y aseguró no haber seguido nunca con mucha atención los comentarios de Oleg Tinkov, que tras acabar el Tour de Francia acusó al corredor que había atacado durante el primer paso por Alpe d’Huez, a 50 kilómetros de meta, de no tener hambre de victoria.
Desde luego no ha sido esta la mejor temporada de Contador en lo que a resultados se refiere, que duda cabe, pero si en algo ha sabido seguir estando a la altura es en una cosa: guardar las formas. En eso ha fallado por completo el antiguo minero ruso, que de joven fracasó estrepitosamente en el intento de hacerse ciclista. Más dado a las amenazas que al uso inteligente de Twitter, el magnate volvió a poner contra las cuerdas al manager de Saxo Bank, Bjarne Riis, al asegurar hace ahora un mes que se plantearía volver a patrocinar su equipo si se deshacía de Alberto Contador.
Cuestionadas sus palabras por un usuario de Twitter que opinaba que Contador era un ciclista asombroso, Oleg Tinkov le respondió al instante diciendo que en efecto lo era, «cuando hablaba con Fuentes o comía la carne adecuada». El comentario está tan fuera de lugar que ni siquiera merece la pena ser comentado.
Lo que sí resulta curioso, y cualquiera que entienda un poco de Twitter sabrá de lo que hablo, es que el millonario ruso entrase a responder a un «huevo» con cero seguidores y tan sólo 17 tweets en la vida de la cuenta. O Tinkov no tiene ni idea de Twitter o se inventa avatares para hablar solo y dedicarse ingeniosas respuestas. Ambas cosas parecen desde luego preocupantes y carentes de toda lógica.
En cualquier caso no son bonitas para el mundo del deporte ni del ciclismo. Creo que ni siquiera en el fútbol tengo recuerdo de un presidente que se haya metido gratuitamente con sus jugadores, y eso que ha estado plagado de Pitermans y millonarios que abandonaban los equipos que tanto amaban a las primeras de cambio.
Para los que amamos este deporte, es bueno que gente así desaparezca de la escena. Necesitamos patrocinadores, sí, pero no a cualquier precio.