Por El Aguador – Japón es un país realmente pequeño, tanto que para dar cabida a toda su población se las ven y se las desean. Si sois fans de Callejeros Viajeros o programas similares seguro que habéis visto los miniapartamentos o los “hoteles” cuyas habitaciones son más bien nichos donde sólo se entra tumbado y el huesped no se puede poner de pie.
En este país marcado por la necesidad de sacar espacio hasta debajo de las piedras y donde el espacio es uno de los bienes más preciados, los aparcamientos al uso se convierten en casi un lujo. Entendemos así la existencia de este parking subterráneo y automático de bicis en la estación de Kasai, en Tokio. El sistema es sencillo para el usuario como demuestra este vídeo.
El ciclista llega, deja la bici frente a una especie de ascensor, mete el equivalente de un dólar en la ranura y su bicicleta desaparece. De la misma manera, cuando la quiere recuperar, su bici aparece del subsuelo en aproximadamente 23 segundos. Una buena idea, desde luego!
