Por Fran Mora Trimadleta.-Cuando pedalear, correr o nadar te ha supuesto algo más que hacer un poco de deporte, cuando en alguna ocasión se ha convertido en un reto personal, cuando esto lo sientes muy dentro de ti, sabes que es un lujo haber podido compartir un rato charlando y departiendo con Ricardo Abad . Muchos somos los que conocemos y seguimos las andanzas de este tafallés de 42 años, y no es para menos; una vez que conoces todas sus aventuras, que no son pocas y de unas dimensiones que te hacen dudar de su estado coloidal. Haciendo un poco de memoria se podrían resaltar algunos de esos logros:
Año 1995: Travesía por Estados Unidos, 4.000 Kms en 20 días.
Año 1996: Cruzar Australia en bicicleta 5.500 Kms en 30 días.
Año 1998: Ruta de la Plata 550 Kms en 20 horas.
Camino de Santiago, 800 Km en 32 horas.
12 quebrantahuesos (tres de ellas entre los 20 primeros).
Esto hasta que en 2006 que empieza a correr a pie y ese mismo año finaliza siete maratones… de aperitivo…Ahí es nada. A partir de entonces continúan las proezas de Ricardo hasta su último gran reto conseguido, 607 maratones en 607 días, y porque el factor económico no le permitió seguir sumando maratón por día, que si no hablaríamos de otra cifra aún mayor.
No contento con tocar las dos disciplinas anteriores, introduce la natación para plantearse retos en el mundo del triatlón, donde su actual aventura es la de realizar un Ironman cada semana durante un año, reto que está a punto de lograr. Poco antes de su visita a Trimad, Ricardo daba a conocer su reto para el año 2014, cuando parecía que ya no podía superar los retos anteriores, nos deja a todos con la cara de emoticono sorprendido, cuando plantea la nueva hazaña: 50-50-50, en román paladino, 50 Ironmans, en 50 días, en las 50 provincias españolas. No quedándose satisfecho con esa propuesta, cada mes del 2014, y como entrenamiento, intentará un reto por mes. Para que os hagáis una idea, uno de ellos es el triple Ironman, es decir, tres, uno detrás de otro… yo sólo de decirlo ya estoy cansado, uff….!
Hecha la presentación forma, por fin llegó el momento de conocer a Ricardo, después de haber creado diversas hipótesis al hablar de él, que si será muy alto, que si tendrá unas piernas biónicas, tendrá branquias…..y un largo etcétera. Y como os imagináis os confirmo que ni piernas biónicas ni branquias, ni nada así muy llamativo en un primer vistazo; bueno sí, alto un rato.
“Loco, friki, enfermo…es lo que me llama mucha gente…”: Así comenzó Ricardo su charla. Nada más escucharle, todos esos apelativos se tornan para el oyente en otros muy diferentes, humilde, soñador, carismático y así hasta un sinfín de adjetivos, en el mismo sentido de admiración hacia su persona. Detrás de esa mirada que han vivido cientos y cientos y cientos de kilómetros que le separan de sus inicios como deportista, se esconde una persona de lo más cercana en el tú a tú, os lo aseguro.
De lo que más nos sorprendió a todos es, no sólo el aguante que hay que tener para afrontar esas distancias, ni la capacidad de recuperación que la genética le ha dado a Ricardo; sino el compaginar ese esfuerzo y ese tiempo con su vida personal. Padre de familia (una niña), marido y trabajador (en una fundición), este santo varón hace encaje de bolillos para que 24 horas suyas parezcan semanas al resto de los mortales.
“En el Ironman que hice hace dos semanas –explicó Ricardo Abad- me levanté a las 7 de la mañana para empezar a las 8 a nadar, finalizando de correr poco antes de las 20 horas, cené y me fui a la fundición pues tenía turno de noche”; esta frase es un claro ejemplo de cómo tiene que organizarse Ricardo para hacer frente a sus retos.
Ante la pregunta obligada: “¿Cuál es tu secreto?”, una respuesta a la altura de un ‘superhombre. “No puedo mentir, no estiro, no caliento, no sigo una dieta específica, si me apetece una cerveza o un bocadillo de chorizo… pues me lo como. Una vez fui a un nutricionista que me puso a plan, aguanté una semana, porque me amargaba, y quiero disfrutar comiendo….”.
Al hablar de la importancia del factor físico y/o el psíquico, Ricardo lo tiene claro, es consciente que la genética y un buen entrenamiento son fundamentales, pero, creo firmemente que dentro de su mente es donde radica la fortaleza para seguir en los momentos de flaqueza. “Tengo un poder mental brutal que he ido desarrollando con el tiempo. Cada vez tengo más armas para vencer las adversidades”, aseveró a continuación el bravo y curtido hombre de Tafalla.
Profundizando más, realmente la pregunta que a mucha gente le ha rondado desde que conocen los retos de Ricardo es: “Pero…¿Por Qué?”. Intriga que se disipa al poco tiempo departiendo con él. “Demostrarte a ti mismo que puedes llenar la vida de tus sueños”. “Son pruebas de fuego que luego te sirven para superar problemas en cualquier ámbito de la vida…. mi reto de cruzar la península desde Tarifa a San Sebastián a pie surgió tomando unas cervezas con unos amigos…Y por qué no, me pregunté”, remarca Abad.
Sin duda, todo un placer haber compartido una tarde en compañía del gran Ricardo Abad. Una lección de constancia, superación, alegría, humildad…que hace a cada uno de los asistentes despedirse de este tafallés con un enorme GRACIAS y con un sólo pensamiento: ¿Por qué no?
