Por Un Señor de Toledo.- Hay un dicho muy utilizado en nuestra vida cotidiana que dice algo así como: ”a rey muerto, rey puesto”. El caso es que estos días en el Tour de Francia estamos viviendo algo que podría encajar con esta expresión y que, con ciertos matices, podríamos utilizar para consagrar al nuevo Rey del Sprint del ciclismo. Además como titulábamos nuestro post es un tío muy grande, y no sólo porque gane, sino porque sus 190 cm de altura y 86 kilos de peso así nos lo parecen, y más para ser un ciclista.
No es que el considerado hasta hace poco tiempo mejor esprínter del pelotón, avalado por sus múltiples triunfos en los últimos años, Marck Cavendish ya no esté con nosotros; Dios o la providencia nos libren de ello. Es que tras su caída en la primera etapa y la fuerza con la que ha irrumpido el gran aspirante, estamos en disposición de decir que tenemos nuevo Rey del Sprint. El año pasado ya presentó sus credenciales e hizo méritos para ser el mejor; este año ha vuelto a demostrar que aquello no fue flor de una temporada y en nuestro criterio, esta circunstancia le ha consagrado definitivamente.
Marcel Kittel, el corredor alemán del Giant -Shimano ha hecho una demostración de fuerza y ha dejado claro, a día de hoy, quien es el mejor esprínter del momento. Tres de las seis etapas disputadas (con cuatro llegadas al sprint) en el Tour son más que suficientes avales para que podamos afirmar, a estas alturas de carrera, que es el rey de la velocidad.
Es cierto que, seguramente por su gran envergadura, no es capaz de pasar las cotas de montaña que hay antes de algunas llegadas, como lo hacen otros esprínter; pero en velocidad pura en una llegada, se ha coronado.
Veremos hasta donde es capaz de llegar en la roda francesa, y en el resto de la temporada; de momento, sus triunfos han sido incontestables, tanto que hemos echado de menos algo más de lucha, de emoción y pelea- siempre limpia- en las llegadas masivas disputadas. Destaca también la falta de adversarios para Kittel, o mejor dicho, la falta de fuerza, de ímpetu en sus rivales; con un Cavendish fuera de carrera, Greipel casi desaparecido hasta hoy cuando además Kittel no estaba en el grupo delantero, Kristoff voluntarioso pero nada más, su mayor amenaza ha sido la bestia Sagan, del que podemos decir que es más un gran llegador que un esprínter puro.
Si a esto le unimos el bloque que ha unido el Giant-Shimano con hombres muy rápidos y bregados en la disciplina de las llegadas, hacen de Kittel un esprínter aún más fuerte si cabe. De momento, en nuestro criterio, y mientras nadie demuestre lo contrario, es el Rey del Sprint.
