Por Un Señor Toledo.- Ya imagino que estáis nerviosos, expectantes y ‘cuasi’ ansiosos de que comience la chicha del Tour; y cuando digo chicha me refiero a las etapas de alta montaña, porque vaya si han dado juego las etapitas de esta semana, sobre todo el tan temido pavé. Si es este el caso y estáis esperando la alta montaña, el Tío del Mazo es uno más de vosotros, está ‘endemoniao’ esperando que comience el terreno en el que más saca a relucir su herramienta de trabajo.
Este fin de semana, no serán etapas de alta montaña, para eso hay que esperar al lunes; pero sí que hay unos perfiles, de los denominados de media montaña, que al menos se antojan muy interesantes. Cambia el terreno y los ciclistas van a comenzar e encarar los primeros puertos de entidad de la ronda gala de este año. Efectivamente, no son puertos como para que se dinamite la carrera y para que sean jueces de cara a la clasificación general. Esa es la teoría, pero quien sabe, conforme está de abierta la carrera que puede suceder.
Mañana, sábado 12 de julio se disputará la octava etapa, entre las localidades de Tomblaine y Geradmer-La Muselaine de 161 kilómetros y con tres cotas de montaña situadas en los últimos 30 kilómetros, dos de segunda categoría y uno de tercera, que será donde finalice la etapa. Y ojo, porque esta última subida catalogada de tercera categoría tiene todos los ingredientes para que haya distancias entre los grandes de la general, y un terreno muy de Valverde, Nibali o Joaquim Rodríguez para arañar unos segundos. La Muselaine, que así se llama este puerto, cuenta con solamente 1,9 km de ascensión, con una pendiente media del 10% y una máxima de 13%.
También puede ser un día para que las escapadas prosperen, el terreno da para ello, pero todo dependerá de lo que decidan los equipos de corredores con Nibali o Valverde, que como os he dicho tienen en esa última subida, un terreno muy suyo…. Veremos qué sucede, desde luego os recomendamos seguir este final, porque se antoja, como poco, muy interesante.
Centrados ya en la etapa novena, la que se disputará el domingo 13 de julio entre Gérardmer y Mulhouse de 170 kilómetros de recorrido, os podemos decir que es un auténtico rompe piernas con seis cotas de montaña puntuables: tres de tercera categoría, dos de segunda y una de primera. Esta etapa va a ser dura sin lugar a dudas, ya que es como una montaña rusa hasta que queden unos 40 kilómetros para meta, donde ya el terreno picará todo el rato hacia abajo y muy llanito.
En nuestro criterio, a pesar de que hay una cota de primera categoría en el kilómetro 120 de carrera, la subida a Le Markstein (10.8 km de subida a 5.4%) ; esta etapa sí que parece terreno abonado para las escapadas, ya que la distancia entre esta cota y meta es mucha como para que algún conjunto de los favoritos en la general quiera jugar aquí algunas de sus bazas, y más teniendo en cuenta que al día siguiente comienza de verdad el rock and roll con la llegada a la Planche des Belles Filles.
En cualquier caso nos vamos a divertir, eso seguro; y el amigo del mazo ya tiene más que afinada su herramienta porque está con ganas de atizar.