Llega uno de nuestros premios favoritos, el de mejor montaña de la temporada. Distinguimos con este premio no a la más bonita, ni a la más concurrida, sino a la más activa a la hora de destrozar las piernas a los ciclistas.

Este deporte está hecho de mitos, y las montañas son parte de su leyenda. Aún así, cada año hay alguna que despunta sobre las demás, que se convierte en protagonista crucial de una etapa que, por su dureza, su climatología o por su resultado pasa a formar parte de la épica del ciclismo. Este año ha habido varias.

Hagan sus votaciones en este cuestionario, o en Twitter con el hashtag #PremiosMazo. Entre los participantes sortearemos un kit de ciclismo cedido por Sprinter.es: guantes, casco y calcetines.

Os dejamos ya con las nominadas:

1. Val Martelo. 2014 pasará a la historia como el primer año en el que un colombiano ganó el Giro de Italia. Los colombianos, ya desde tiempos de Fabio Parra, son una especie que se crece en las grandes etapas de montaña. En el caso de Nairo Quintana, que es bastante bajito, esta transformación resulta espectacular. Ver subir a la joven realidad del Movistar es un espectáculo irrenunciable, y este año lo pudimos disfrutar en la etapa reina del Giro. Ataque entre la niebla y la polémica bajando el Stelvio y remate final en Val Martelo. Nadie pudo seguirle ni de lejos.

2. Ancares. Ya lo anticipaba el Tío del Mazo la primera vez que se subió: “en Ancares, mazazos a pares”. Sólo que este año fueron mucho más duros. La vertiente inédita del puerto, llamada Pando Zarco por algunos y Pan do Zarco por otros, marcó sentencia con una dureza que la convierte ya por méritos propios en una de las cimas más exigentes del calendario mundial. La penúltima etapa de La Vuelta llegaba con casi todo por decidir y con un valiente Froome dispuesto a dejarse la piel en la subida. Lo intentó y lo intentó pero a Alberto no descolgó. En los últimos metros, el de Pinto volvió a demostrar que esta temporada ha sido superior al inglés en su duelo particular. El duelo entre los dos mejores vueltómanos del mundo.

3. Courchevel. Mikel Nieve ganó la etapa, Andrew Talansky la general y Alberto Contador no se llevó nada, pero quizás esta fue la mejor victoria del pistolero en toda la temporada. Hablamos de la octava etapa de la Dauphiné, una prueba que tradicionalmente se toma como referencia para medir las fuerzas de cara al Tour de Francia. Froome y Contador se la tomaron como un duelo a muerte, con un marcaje tan a hombre que se les olvidó que por delante iba escapado Talansky, a la postre justo vencedor del delfinato. Camino a Courchevel vimos el mejor Contador de la temporada, en una hazaña mítica sin final feliz. Ganar no ganó, pero por el camino se merendó a Nibali y destrozó al hombre del Sky que en 2013 le infringió una severa derrota. Una etapa para enmarcar.

4. Hautacam. Ponemos la cima de triste recuerdo*, pero podría haber sido cualquiera de las que subió Vincenzo Nibali en el pasado Tour de Francia. Pese al empalme de parte de los rotativos franceses con Pinot, Peraud y Bardet, el siciliano no tuvo rival en las cumbres. Y su actitud fue de agradecer. Atacó en todas pese a tener el Tour sentenciado, y en todas voló hacia la cima.

5. Passo Lanciano. Los ataques de los favoritos a 32 kilómetros de meta son parte del pasado. O eso es lo que piensan muchos. No es fácil creer en el “Espíritu Fuente De”, ni tampoco es fácil verlo, pero existe. En Passo Lanciano volvimos a verlo, otra vez con el mismo protagonista. Alberto Contador atacó a 32 kilómetros de meta destrozando a Kwiatkowski, entonces líder de la Tirreno, y metiendo más de dos minutos a Nairo Quintana en la línea de meta. El pistolero volvía a disparar.

 

* Hautacam acabó con el hit de la canción española veraniega por excelencia: “Indurain, Indurain, Indurain…”

 

 

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