Por Techo Díaz.- Que Movistar Team aspira a ganar el Tour de Francia este año ya lo sabíamos. Lo ha dicho Eusebio Unzué por activa y por pasiva, en video y en persona, y en la presentación del equipo, ante un atiborrado auditorio de Telefónica, lo ha vuelto a repetir. Y también que quieren batir el récord de la hora con Alex Dowsett y su compromiso con la hemofilia. Y que quieren brillar en la Vuelta, y volver a ser el mejor equipo del mundo en el ranking UCI World Tour. Lo que no sabíamos es que también quieren ganar un Monumento.
El laureado director del único equipo ciclista español que milita en la primera división del ciclismo mundial lo ha dejado claro en la presentación oficial del equipo. “Conseguir uno de los 5 Monumentos Ciclistas será uno de los objetivos de Movistar Team”, ha dicho. Y no se caracteriza el navarro por dar puntadas sin hilo. El año pasado apostó todo al rosa y volvió de Italia con Nairo convertido en estrella. En semidiós en su Colombia natal.
Este año apuestan por el Tour con toda su artillería. Nairo para las grandes cumbres, Valverde sin presión y las mejores bazas de un equipo que lleva dos años en los más alto de todos los rankings. No lo tendrán fácil, pero parten con posibilidades. Pero su ambición no acaba en julio. Este año no.
Una de las cosas que más me han llamado la atención hoy han sido las palabras de Carlos López Blanco, director global de Asuntos Públicos de Telefónica, quién ha subrayado que “Telefónica es un patrocinador exigente” que desea “un 2015 mejor que 2014”. Así que los de Unzué no lo tienen fácil este año. En 2014 ganaron un Giro, 34 carreras y los premios a Mejor Ciclista y Mejor Equipo del Mundo.
Este año van a por el Tour, pero ¿y si no lo ganan? Contador, Nibali y Froome, en estructuras apoyadas por millonarios rusos o canales de televisión, no se lo pondrán fácil. Descartado el Giro y con un Campeonato del Mundo diseñado para gloria de los sprinters, sólo queda la Vuelta y… los 5 Monumentos.
Es una apuesta inteligente, que tal vez deberían haberse planteado antes con más fuerza, si bien es cierto que nunca han renunciado a ganarlos. Ciclistas como Boonen y Cancellara preparan temporadas enteras pensando en estas citas y son ídolos allá donde pedalean. Es hora también de que en España se les empiece a dar bombo a estas carreras tan aclamadas en otros países y a las que los Bahamontes, Pericos e Indurains nunca hicieron demasiado caso.
Así que los azules planean ir con toda su artillería para ganar una de las clásicas. Y Lieja se perfila como la gran apuesta del equipo. Es cierto que también se puede ganar en Lombardía, pero la clásica de las hojas muertas es a final de temporada y nadie hace planes pensando en octubre. De Roubaix ni hablamos y SanRemo sería muy extraño, aunque en Ca’n Unzué confían mucho en Lobato. Y luego siempre está Flandes.
La apuesta es bonita, arriesgada y diferente, pero sobre todo ambiciosa. Y sea por presión del patrocinador o por decisión propia, se agradece. Es bonito que se aspire a lo máximo y se toquen todos los palos del ciclismo. Grandes vueltas, récord de la hora y clásicas, ciclismo 360.
Viendo hoy a Valverde, correcto, amable y sonriente con todo el mundo, se diría que ha renovado su pacto con el diablo por otra temporada más. Ése que le permite seguir rindiendo al mismo nivel, o superior, al que tenía en 2003, cuando ganaba medallas de plata en los mundiales. El mismo pacto que le puede dar otra Lieja en 2015, o una Lombardía que siempre se le escapa por los pelos. La única diferencia es que este año es objetivo prioritario del equipo. Y eso hace las clásicas aún mas bonitas para los aficionados españoles.
En un presentación rodeada de caras ilustres del deporte como Nadal (en video) y Chema Martínez, Valverde no le ha contado a su entrevistador, Ferran Adriá, el secreto de su éxito. El que sí lo ha hecho ha sido el veterano Pablo Lastras, 21 años en el equipo, que rodará una temporada más: “Estar rodeado de los mejores”.